Rodrigo Díaz M.
Perú está luchando contra el peor brote de dengue de su historia, con más de 140 mil casos registrados en lo que va de año, y se cree que más de 200 personas han muerto por complicaciones relacionadas con las infecciones.
El dengue es frecuente en todo Perú, sobre todo en las zonas con menos altitud, aunque los casos suelen disminuir a medida que el clima se vuelve más seco. Pero no este año.
El tiempo lluvioso que permite a las poblaciones de mosquitos reproducirse, en charcos, charcas y cualquier agua estancada, no ha cesado gracias, en parte, a El Niño, el fenómeno natural y recurrente que trae condiciones cálidas al este del Océano Pacífico y altera los patrones climáticos en todo el mundo.
El dengue es un virus transmitido por los mosquitos Aedes, la misma especie responsable de la transmisión de otras enfermedades como la fiebre amarilla, el Zika y el chikungunya.
Aunque estos mosquitos están presentes en todos los continentes, excepto en la Antártida, son más frecuentes en climas tropicales y subtropicales.
Las personas que contraen el virus no siempre muestran síntomas, pero las que sí lo hacen pueden experimentar fiebre alta, dolor de cabeza, dolores corporales, náuseas y/o erupción cutánea.
No hay tratamiento médico, pero la mayoría de la gente lo supera con un poco de sufrimiento. Sin embargo, algunas infecciones pueden agravarse y provocar shock, dificultad respiratoria, hemorragias graves, daños orgánicos y la muerte.
Los niños corren especial riesgo en los casos graves, cuando el dengue puede causar una fiebre hemorrágica que puede ser mortal.