Por Raúl A. Pinto
“Madame Web” no es la mejor película ni de acción, ni de superhéroes que haya visto. Lamentablemente. Necesito decirlo de entrada porque es muy seguro que no todo el mundo la disfrutará. La “buena” noticia, es que no es peor que “Black Adams”, “The Flash” y “Mobius”, lo cual es el mayor cumplido que puedo hacerle a esta cinta.
En la compleja red del Universo Spider-Man de Sony (SSU, creo que le dicen), Madame Web emerge como la cuarta entrega, enfocada en la vida de Cassandra “Cassie” Webb. Dirigida por la debutante S. J. Clarkson, este thriller de suspenso es una historia bastante apegada la realidad y la crueldad de la vida, apartándose bastante de la narrativa convencional de superhéroes. Es un film distinto, y eso se aprecia, aunque la historia central no funcione.
Clarkson debuta aquí como directora de largometrajes, tras una decente y respetable carrera en televisión (Dr. House, Dexter, Ugly Betty, Life on Mars, Heroes, Bates Motel, Orange is the New Black, Jessica Jones y Succession, entre otras), navegando aquí por las complejidades del origen de un comic con seguidores muy fieles, Madame Web, con escaso éxito. La dirección de Clarkson lucha con el desafío de equilibrar el tono de la película, oscilando entre géneros y entregando una narrativa medio cohesionada, con bastante humor, pero con una falta de alma que desasosiega. Me atrevería a mencionar que los ejecutivos de Sony y Marvel quizá metieron tanta mano en el resultado final como lo hicieron con otras producciones dirigidas por mujeres. La mala fortuna es que es su nombre el que aparece como directora, y allí quedará para siempre.
Ni siquiera los logros técnicos son dignos de mencionar. Mientras que las ediciones tipo Matrix/glitch que representan las visiones psíquicas de la paramédico Webb destacan como un elemento visualmente atractivo, el resto de los efectos especiales y las escenas de acción sufren terriblemente debido a lo que parece ser una mala edición. Las secuencias se ven algo desconectadas, los confusos graficos visuales son perturbadores, y esto contribuye a una falta general de trabajo en equipo, o de una producción mal hecha. La aparente falta de terminación de ciertos efectos, o el intento fallido por hacerlo más como efecto “visual” que “especial” resta ganas de terminar de ver la película.
Dakota Johnson como Cassie Webb es otra cosa. La actriz, con su mirada de “no me importa”, y su naturalidad pasmosa para ser directa son elementos que se pierden ante lo mal contada que pareciera estar la historia. El viaje de Cassie desde la chofer de ambulancia antipática, hasta convertirse en una protectora feroz de tres mujeres jóvenes que rescata en Nueva York muestran la increíble versatilidad de Johnson, equilibrando ingenio, humor y aspereza como si nada. También esta la estrella del momento, Sydney Sweeney, con Celeste O’Connor e Isabela Merced, quienes aportan elementos diversos a sus respectivos roles de Spider-Women, a pesar de las limitaciones de una trama alambicada.
Madame Web, a pesar de su potencial para explorar un rincón único del extremadamente malgastado Universo Marvel, cae en las trampas fáciles de ideas sobrecargadas y una narrativa convencional que quiere decir mucho, algo típico de directores noveles, y de productores sin mucho sentido narrativo. El enfoque en múltiples personajes, junto con la falta de cohesión en tono mencionada, diluye el impacto de su elenco conjunto. Existe la clara idea de expandir este universo, y de dar oportunidades, pero a menos que se le dé una nueva chance a Dakota de demostrar lo grandiosa que es, es posible que no pase de esto. .
Madame Web de Marvel buscar un lugar dentro del género de superhéroes, y de cierta forma se erige como un recordatorio de la delicada balanza requerida al introducir nuevos elementos en un universo cinematográfico bien establecido, dejando a la audiencia con un relato enrevesado que no alcanza el objetivo. A veces menos es más, Madame Web. Disponible en salas.