Rodrigo Díaz M.
La primera mujer santa de Argentina fue canonizada el domingo, en un acto que enfrentó por primera vez al Papa Francisco y al presidente del país.
María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, fue una laica del siglo XVIII considerada por algunos la primera feminista de Argentina.
Renunció a la riqueza de su familia para atender a los pobres y ayudó a mantener vivo el movimiento jesuita en Argentina tras la supresión de la orden religiosa, a la que pertenece el Papa.
El Papa la describió el viernes como un “regalo para el pueblo argentino y también para toda la Iglesia”.
El presidente Javier Milei, había dicho anteriormente que el Papa era un “imbécil” que “promueve el comunismo”, pero tras su toma de posesión en diciembre, Milei ha moderado sus críticas con el Papa.
Milei viajó al Vaticano para asistir a la misa en la Basílica de San Pedro, donde se reunió con el Papa Francisco y le saludó y abrazó amistosamente.
El encuentro entre los líderes políticos y religiosos se produce en medio de una gran incertidumbre política en Argentina, donde la inflación se ha disparado hasta el 200% y el 40% de la población vive en la pobreza.
Miles de argentinos han protestado contra la política económica de Milei, que incluye fuertes recortes del gasto y una devaluación del peso argentino del 50%.
También ha anunciado planes para recortar los derechos de los trabajadores, abolir los topes de los alquileres y eliminar las subvenciones públicas a los artículos de uso cotidiano.
Milei ha afirmado que el país necesita una “terapia de choque económico” para solucionar su actual crisis económica, considerada la peor en décadas.
Poco después de su victoria electoral en noviembre, Milei invitó al Papa, a quien se dirigió como “Su Santidad”, a visitar Argentina en el 2024.
El líder religioso, natural de Buenos Aires, no ha visitado su país desde que se convirtió en Papa en el 2013.