Rodrigo Díaz M.
Los adultos que deseen utilizar una enfermedad mental como única base para una muerte asistida probablemente tendrán que esperar al menos otros tres años, dijo el gobierno liberal.
El ministro federal de salud, Mark Holland, presentó una ley que, de ser aprobada, aplazaría el plan del gobierno de ampliar el programa de asistencia médica para morir hasta marzo del 2027.
Sería el segundo aplazamiento de la ampliación del programa, después de que los liberales añadieran un año al calendario justo antes de que el cambio entrara en vigor el pasado mes de marzo.
Ahora, la próxima fecha de aplicación se retrasa mucho más allá de las próximas elecciones federales, que deben celebrarse a más tardar en otoño del 2025.
En caso de que forme el próximo gobierno, el líder conservador Pierre Poilievre se ha comprometido a suprimir la ampliación del programa de muerte asistida.
Han pasado casi tres años desde que los liberales aprobaron por primera vez una ley que eliminaba la exclusión de los trastornos mentales como base aceptable para una muerte asistida.
Pero Holland afirmó que el país aún no está preparado. “Es un gran reto. Es un tema enormemente delicado”, afirmó.
Holland y el ministro federal de justicia, Arif Virani, manifestaron su acuerdo con una comisión parlamentaria especial cuando ésta concluyó que Canadá no estaba preparada para cambiar las normas.
Persisten las dudas sobre el número de profesionales médicos adecuadamente formados en el país, así como sobre la forma en que los médicos distinguirían la ideación suicida temporal de un trastorno mental intratable, o sabrían si alguien con una enfermedad tiene probabilidades de mejorar.
Holland dijo que todas las provincias y territorios tenían dudas, y el gobierno decidió un retraso de tres años para darles más tiempo.
Casi todas ellas habían pedido al gobierno que impusiera una pausa indefinida, pero Holland dijo que eso no era posible porque eliminaría cualquier incentivo para prepararse.
El Tribunal Supremo de Canadá dictaminó en el 2015 que los adultos con una “condición médica grave e irremediable” tienen derecho a una muerte asistida, lo que llevó al gobierno liberal a introducir su ley inicial en 2016.
En el 2019, un tribunal de Quebec dictaminó que era inconstitucional exigir que la muerte de una persona fuera razonablemente previsible para que pudiera optar a la muerte asistida.
Los liberales actualizaron la ley para reflejar la decisión en el 2021. Como parte de ese proceso, el gobierno aceptó una enmienda del senado para eliminar la exclusión de las personas cuya única afección subyacente sea una enfermedad mental. Se estableció un plazo de dos años para que los sistemas y los profesionales se prepararan.