La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por un virus. Este se transmite con facilidad de una persona a otra a través de gotas y pequeñas partículas que se expulsan con la tos o con los estornudos. De este modo, la gripe suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales, destaca la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No es lo mismo que el resfriado, pues aunque el catarro suele provocar mucosidad, tos y síntomas respiratorios leves, rara vez causa fiebre ni malestar general. Sin embargo, la gripe ocasiona “una elevada subida de la temperatura e intensas molestias físicas”, señalan los expertos del Grupo de Estudio de la Gripe, una entidad sin ánimo de lucro formada por médicos en España, pertenecientes a distintas especialidades relacionadas con la infección gripal.
La mayor parte de los afectados se recupera al cabo de una o dos semanas. El tratamiento de la gripe consiste en medicamentos analgésicos y antipiréticos, que sirven para bajar la fiebre, calmar el dolor y aliviar los síntomas.
Además, para sobrellevar la convalecencia los especialistas del Grupo de Estudio de la Gripe recomiendan beber líquido en abundancia para reponer el que se pierde debido a la fiebre elevada, evitar el consumo tanto de alcohol como de tabaco y descansar.
Por el contrario, desaconsejan dar ácido acetilsalicílico (aspirina) a los niños o a los adolescentes pues, según explican, podría provocar una afección rara pero grave que se denomina síndrome de Reye.
GRUPOS DE RIESGO Y COMPLICACIONES
Anualmente, la gripe afecta a entre un cinco y un quince por ciento de la población mundial y personas de todas las edades pueden contraer la gripe, pero quienes tienen más posibilidades de sufrir complicaciones son los menores de dos años, los mayores de sesenta y cinco, las embarazadas y quienes pertenezcan a algún grupo de riesgo.
Este es el caso de los pacientes con cardiopatías, cuyo riesgo de empeorar, de ser hospitalizado o incluso de fallecer aumenta de manera notable al infectase con el virus de la gripe, recuerda la Sociedad Española de Cardiología.
Por ello, los expertos hacen hincapié en que las personas con este tipo de afecciones se inmunicen contra él.
Según datos del Grupo de Estudio de la Gripe, quienes padecen enfermedades cardiovasculares constituyen uno de los grupos de riesgo más concienciados sobre la importancia de la vacunación.
Así, el 79,1% de los pacientes con cardiopatía y mayores de sesenta y cinco años se vacunaron en la campaña 2011-2012. Sin embargo, sólo el 47,8% de las personas con patologías cardiovasculares menores de esta edad decidió vacunarse en dicho periodo, muy lejos del objetivo mínimo marcado por la OMS de alcanzar el 75% de cobertura vacunal en los grupos de riesgo.
“La vacunación antigripal debe ser alentada, siempre que sea indicada, especialmente en personas con enfermedad cardiovascular ya existente, donde la cobertura vacunal a menudo es insuficiente”, explica Araceli Boraita, vocal representante de las sociedades filiales de la Sociedad Española de Cardiología y jefa del Servicio de Cardiología del Centro de Medicina del Deporte del Consejo Superior de Deportes.
Además del riesgo que supone la gripe para las personas con enfermedades de índole coronaria, la Sociedad Española de Cardiología afirma que diversos estudios realizados en personas sin factores de riesgo cardiovascular, han demostrado que las infecciones respiratorias como la gripe pueden incrementar las posibilidades de desarrollar un infarto agudo de miocardio.
Debido a ello, el Grupo de Estudio de la Gripe hace especial hincapié en la importancia de inmunizarse contra el virus influenza. “Nos parece primordial que los pacientes se vacunen, teniendo en cuenta que las complicaciones cardiovasculares y respiratorias que acarrea la gripe los pone en una situación de riesgo que en gran medida se puede evitar”, sostiene Ramón Cisterna, coordinador del Grupo de Estudio de la Gripe y jefe de Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto en Bilbao (Norte de España).
“La recomendación de vacunación es abierta e incluye a todos los que quieran prevenir la aparición de gripe, pero está indicada de manera muy especial en las personas con patologías crónicas como las cardiovasculares”, precisa el doctor Cisterna.
Del mismo modo, la OMS considera que la vacunación es “la forma más eficaz” de prevenir la enfermedad y sus consecuencias.
Por Purificación León.
EFE-REPORTAJES.