Estados Unidos está sumido en la locura por Messi tras su fichaje por el Inter de Miami procedente del París Saint-Germain en verano. El fútbol en el país ya ha estado aquí antes. Pero nunca como ahora.
Su inmigración a Estados Unidos fue un paso calculado y bien planificado como torpe, precipitada e inoportuna fue su marcha del Barcelona a París.
El momento no podía ser más oportuno, ya que la Copa América se celebrará allí el año que viene y la final se disputará en Miami, en el Hard Rock Stadium, el 14 de julio. La Copa Mundial de Clubes se celebrará en Estados Unidos en 2025, y la que será la Copa Mundial más importante hasta la fecha llegará a Estados Unidos, Canadá y México en el 2026.
Cuando se trata de una máquina bien engrasada que busca promocionar y hacer crecer una marca, nadie lo hace mejor que Estados Unidos. Con todo esto, más la posibilidad de que el país albergue también la próxima Copa Mundial Femenina en el 2027, es seguro decir que si el fútbol, o el ‘soccer’ como lo llaman aquí en Canadá y por allá, no despega en los Estados Unidos después de todo esto, entonces es difícil imaginar cuándo lo hará.
La llegada a la Major League Soccer de Messi, considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del deporte rey, ¿grabará por fin una marca indeleble en la psique de los estadounidenses aficionados al deporte y establecerá su lugar junto a deportes de equipo como el fútbol americano, el baloncesto o el béisbol, o resultará ser solo algo temporal? Solo queda esperar.