Rodrigo Díaz M.
El Tribunal Federal anuló la prohibición canadiense del plástico de un solo uso, por considerarla “irrazonable e inconstitucional”.
La decisión determinó que la clasificación de los plásticos en la orden del gabinete era demasiado amplia para figurar en la Lista de Sustancias Tóxicas del Anexo 1 y que el gobierno actuó fuera de su autoridad.
“No existe una sospecha razonable de que todos los artículos de plástico de la lista sean nocivos”, decía la decisión.
La decisión ha anulado esencialmente una orden ministerial que clasificaba los artículos manufacturados de plástico, como bolsas de plástico, pajitas y envases de comida para llevar, como tóxicos en virtud de la Ley de Protección del Medio Ambiente de Canadá.
El ministro de medio ambiente, Steven Guilbeault, declaró en un comunicado que el gobierno federal está “estudiando seriamente la posibilidad de apelar” la decisión.
“Los canadienses han expresado alto y claro que quieren que se tomen medidas para mantener el plástico fuera de nuestro medio ambiente”, dijo. “Pronto tendremos más que decir sobre los próximos pasos”.
La decisión tiene implicaciones para la prohibición gubernamental de seis artículos de plástico no reusables. El gobierno sólo puede regular sustancias para la protección del medio ambiente si están catalogadas como tóxicas en virtud de la CEPA.
La decisión consideró que no era razonable decir que todos los artículos fabricados en plástico son nocivos porque la categoría es demasiado amplia.
La normativa que prohíbe los artículos de plástico ya se está aplicando gradualmente, con la prohibición de fabricar e importar seis categorías diferentes ya en vigor, y una prohibición total de su venta y exportación prevista para finales del 2025.
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, declaró en un comunicado que la decisión “demuestra una pauta continuada de extralimitación federal destinada a subvertir el papel y los derechos de las provincias, constitucionalmente protegidos”, y que la prohibición ha tenido “consecuencias de gran alcance para los intereses económicos de Alberta”. Afirmó que la prohibición ha puesto en peligro miles de puestos de trabajo y miles de millones de inversiones.
“Alberta se enorgullece de albergar el mayor sector petroquímico de Canadá, un sector con más de 18 billones de dólares en proyectos anunciados recientemente que se han visto innecesariamente amenazados por un gobierno federal que hace gala de sus virtudes y no respeta la división de poderes establecida en la constitución canadiense”, declaró Smith.