Rodrigo Díaz M.
Argentina eligió el domingo en segunda vuelta al radical libertario Javier Milei como presidente. Su mandato de cuatro años comenzará este 10 de diciembre.
Milei se impuso por un amplio margen al ministro de economía peronista, Sergio Massa, al obtener casi el 56% de los votos, unos 14,5 millones de sufragios, en medio de una ola de indignación por una inflación que roza el 150% y una pobreza acuciante.
El resultado marca más que nada un voto por algo nuevo y un reproche al gobierno peronista, que ha estado al frente del país mientras la tasa de inflación alcanzaba su nivel más alto desde 1991.
Milei, que obtuvo el 30% en la votación general de la primera ronda de octubre. Los votantes de la derecha y el centro se unieron en torno a Milei como un voto contra Massa y los peronistas, a quienes muchos culpan de agravar la crisis económica.
Milei obtuvo buenos resultados en regiones clave como la capital, Buenos Aires, y la importante provincia central de Córdoba, donde obtuvo alrededor de tres cuartas partes de los votos en la segunda vuelta.
Algunos analistas señalaron que la votación por Milei fue mayor de la esperada (los encuestadores habían estimado una reñida segunda vuelta) como señal de que tendría un mandato sólido, pero el libertario, que llegó a la política hace sólo un par de años, se enfrenta a muchos obstáculos.
Menos de un tercio de los votantes lo eligieron como primera opción en la primera vuelta, lo que significa que debe mucho a sus partidarios más mayoritarios. Esto podría moderar sus planes, como el cierre del banco central y la dolarización de la economía.
En el Congreso, mientras tanto, Milei sólo cuenta con un pequeño número de escaños que frenarán o incluso bloquearán posibles reformas. Tendrá siete de los 72 escaños del Senado y 38 de los 257 de la Cámara de Diputados.
Los derrotados peronistas seguirán siendo el mayor bloque minoritario en ambas cámaras.
La elección de Milei se produce en un momento de enorme incertidumbre para el país sudamericano, que afronta su peor crisis económica en dos décadas. Milei quiere dolarizar la economía y recortar el tamaño del gobierno, lo que podrían ser reformas dolorosas para una población que ya se enfrenta a más del 40% de pobreza.
El nuevo gobierno tendrá que resucitar una economía con una inflación de tres dígitos, reservas netas de divisas negativas y una moneda en caída libre. Mientras tanto, un programa de préstamos de 44 billones de dólares con el Fondo Monetario Internacional se tambalea.
Los inversores esperan que lleve a cabo sus reformas para que el país sea más responsable fiscalmente, mientras que el hecho de que haya tenido que aliarse con conservadores más moderados frenará su carácter a veces volátil y sus planes más radicales. Milei es un economista de 53 años que se presenta por el bloque libertario La Libertad Avanza, que suele vestir chaquetas de cuero y que ha suscitado comparaciones con el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro por su estilo abrasivo.