Rodrigo Díaz M.
Por mucho que el mundo reduzca sus emisiones de carbono, una parte importante de la Antártida está condenada a un deshielo “inevitable”, según un nuevo estudio.
Según el autor principal del estudio, aunque el deshielo total tardará cientos de años en producirse y aumentará lentamente el nivel del mar en casi 1,8 metros, será suficiente para cambiar el lugar y la forma de vida de las personas en el futuro.
Los investigadores utilizaron simulaciones computarizadas para calcular el futuro deshielo de las plataformas de hielo protectoras que sobresalen del Mar de Amundsen, en la Antártida occidental. El estudio concluye que, incluso si el calentamiento futuro se limitara a sólo unas décimas de grado más tendría “un efecto limitado para evitar el calentamiento de los océanos que podría provocar el colapso de la capa de hielo de la Antártida occidental”.
Aunque estudios anteriores han hablado de lo grave que es la situación, este es el primer estudio en el que se utilizan simulaciones computarizadas para estudiar el componente clave del deshielo: el agua caliente derrite el hielo desde abajo, y el trabajo contempló cuatro escenarios diferentes para la cantidad de dióxido de carbono que el mundo bombea a la atmósfera. En todos los casos, el calentamiento de los océanos fue excesivo para que esta sección de la capa de hielo sobreviviera, según el estudio.
El estudio analizó el deshielo de las plataformas de hielo que flotan sobre el océano en esta zona de la Antártida que ya está por debajo del nivel del mar. Una vez que estas plataformas se derriten, nada impide que los glaciares que se encuentran tras ellas fluyan hacia el mar.
Se estudió específicamente qué ocurriría si de alguna manera el calentamiento futuro se limitara a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles de mediados del siglo XIX (el objetivo internacional) y descubrió que el proceso de deshielo se desbocaba de igual manera. El planeta ya se ha calentado cerca de 1,2 grados Celsius desde la era preindustrial y gran parte de este verano se disparó temporalmente por encima de la marca de 1,5.
Independientemente de las palabras que se utilicen, los autores del estudio y otros científicos que han estudiado la zona en investigaciones anteriores concluyen que esta parte de la Antártida “no podría salvarse o gran parte de ella no podría salvarse”.
Mientras que esta parte de la capa de hielo de la Antártida está destinada a perderse, otras secciones vulnerables del medio ambiente de la Tierra aún pueden salvarse reduciendo las emisiones que atrapan el calor, por lo que todavía hay razones para reducir la contaminación por carbono, según el estudio.