Cada año cientos de miles de animales son recogidos por las sociedades protectoras en los países occidentales, según estudios de la Fundación Affinity o FA, (www.fundacion-affinity.org) .
“Hay gente que elige a un gato o a un perro del mismo modo que una chaqueta o unos zapatos: de forma irreflexiva en base a razones efímeras que pueden condenar esa relación al fracaso”, señala Isabel Buil, directora de la FA, que investiga y divulga los beneficios del vínculo entre personas y animales de compañía.
La entidad que preside Buil ha constatado que un buen número de propietarios elige su perro o gato por motivos como: “porque fue el que más le gustó en ese momento”, o por “amor a primera vista”, priorizando criterios de carácter emocional o visual y relacionados con la apariencia física.
“La última campaña de la FA denominada #NoSonUnaModa, pone encima de la mesa el poco compromiso y las razones que en ocasiones motivan a buscar un perro o un gato: porque es bonito, porque ‘es lo que se lleva’ o por seguir una tendencia”, según Isabel Buil.
En estos casos, “cuando el animal crezca o aparezca la primera dificultad, ya no será un buen complemento y le arrinconarán como se haría con un bolso que pasa de moda”, advierte.
LAS MASCOTAS NO SON UNA MODA.
La campaña de FA denuncia que los animales no pueden regirse por el mismo patrón que la moda ni son complementos para dar un toque a nuestro estilismo o mejorar nuestra imagen, por medio de una serie de fotografías y un vídeo sobre nueve perros y gatos llamados ‘Colección Primavera – Verano 2017” (http://www.fundacion-affinity.org/nosonunamoda), que pretenden mover a la reflexión.
Según datos de la FA, las cinco principales razones que los propietarios aducen al entregar a su animal de compañía a un refugio son: “el comportamiento del animal (15%), las camadas no deseadas (15%), los factores económicos (12%), el fin de la temporada de caza (10%) y el cambio de domicilio (9%)”, explica Buil a Efe.
“Se trata de factores que apuntan en muchos casos a una falta de reflexión sobre las necesidades que el animal tendrá en cada una de las etapas de su vida”, indica Buil.
Aunque existe la creencia de que el mayor número de abandonos se da en el periodo estival, según la Fundación Affinity la recogida de perros se mantiene estable a lo largo del año, aunque en el caso de los gatos, en el hemisferio norte hay un pico de recogidas durante el segundo cuatrimestre anual, debido al ciclo natural de reproducción de los felinos, que es muy estacional.
Más del 66% de los animales que ingresan en un centro de acogida han sido encontrados en la calle y el 34% restante fueron llevados directamente a las entidades de acogida, según la FA.
Isabel Buil explica a Efe que la FA ha preparado un decálogo (http://www.fundacion-affinity.org/observatorio/decalogo-del-adoptante-responsable) para ayudar a aquellas personas que se están planteando convivir con un perro o un gato a tomar una decisión que va más allá de una cuestión de impulso.
Esta experta recalca que se debería decidir en familia, puesto que incorporar un perro o gato a nuestra vida requiere el máximo consenso.
Para Buil, otro punto muy importante es la compatibilidad, por lo que hay que analizar cuáles son nuestros hobbies, preguntándonos, por ejemplo, si nos gusta mucho viajar.
UNA DECISIÓN QUE CAMBIARÁ NUESTRA VIDA.
“Es importante tener en cuenta cómo serán las actividades de ocio con nuestro futuro perro, imaginándonos como sería hacer deporte o ir de vacaciones con él; y si vamos a vivir con un gato, debemos tener en cuenta que no son animales que les guste moverse de su territorio”, advierte.
“El factor económico también es importante, ya que mantener a un perro o un gato comportará algunos gastos, principalmente en cuidados y alimentación y sería importante calcular el coste para no llevarnos ninguna sorpresa”, según Buil.
Además, “nuestro animal necesita un espacio adecuado a sus necesidades”, advierte Buil, añadiendo que en el caso del perro hay que tener en cuenta que querrá estar junto a su propietario la mayor parte del tiempo y, en el caso del gato, puede que haya que adaptar la casa a este animal para que se sienta cómodo.
“Asimismo es necesario preguntarse si disponemos del tiempo que el animal va a precisar, porque un perro o un gato quieren pasar tiempo con la persona que los ha adoptado y estarán agradecidos y preparados siempre para jugar y recibir mimos”, apunta.
Aunque advierte que también hay que ocuparse de mantener al animal limpio y en buen estado de salud.
“Convivir con un perro o gato es una decisión que afectará nuestra existencia a largo plazo y, por ello, hay que hacer el esfuerzo de pensar cómo puede cambiar nuestra vida y estructura familiar en los siguientes 12 o 15 años (que es la vida media de un perro o un gato), porque se debe tener en cuenta que tu compromiso con él debe ser para todo ese lapso”, enfatiza.
“Compartir la vida con un perro implica responsabilidades con él, pero también con los ciudadanos, ya que el civismo es clave para una buena convivencia”, asegura Buil a Efe.
“Para ello, además de educarle –con la ayuda de un experto si es necesario- y encargarnos de sus heces en la vía pública, debemos ofrecerle la oportunidad de sociabilizar con otros canes. Esto nos ayudará a que se establezcan hábitos, a reforzar nuestro vínculo y a mejorar su comportamiento”, finaliza esta experta.
Por Ricardo Segura.
EFE/REPORTAJES
Autor:
Pablo D. Segura