Rodrigo Díaz M.
Ottawa actualizó su recomendación de “evitar todos los viajes” a “evitar los viajes no esenciales”. Se une así a aliados como Estados Unidos y Francia para pedir a sus ciudadanos que se mantengan alejados de Líbano por el momento.
“Evite todos los viajes a Líbano debido al deterioro de la situación de seguridad, los disturbios civiles, el aumento del riesgo de atentados terroristas y el conflicto armado en curso con Israel”, dijo Ottawa.
“La situación de seguridad puede deteriorarse aún más sin previo aviso. En caso de que el conflicto armado se intensifique, los medios comerciales para salir del país pueden verse afectados. La capacidad del Gobierno de Canadá para prestar servicios consulares durante un conflicto activo, incluida la evacuación de ciudadanos, puede verse limitada”.
El gobierno añadió que los canadienses que se encuentran actualmente en Líbano deberían considerar la posibilidad de abandonar el país mientras los medios comerciales sigan estando disponibles.
Hezbolá, un grupo militante respaldado por Irán con base en el sur del Líbano, ha estado intercambiando disparos con el ejército de Israel en la frontera en los últimos días, encendiendo los temores de un conflicto más amplio en la zona mientras el país se prepara para lanzar una esperada ofensiva terrestre contra Hamás.
Hamás, grupo militante con base en Gaza, llevó a cabo el 7 de octubre un ataque mortal por sorpresa en el sur de Israel que conmocionó Oriente Próximo y ha dejado miles de muertos en ambos bandos: 1.400 muertos en Israel y unos 3.500 en Gaza, según las autoridades de ambos países.
Hezbolá advirtió a sus adversarios de que era “miles de veces más fuerte” que antes. Israel y Hezbolá se declararon en guerra en el 2006, y los combates actuales en la frontera son los más mortíferos desde entonces.
Estados Unidos ha advertido a Irán, que también respalda a Hamás, que no se involucre en la crisis, y ha desplegado dos portaaviones en lo que los funcionarios denominaron una “postura de disuasión”.
El ministro de defensa israelí declaró el 15 de octubre que Israel no tenía interés en librar una guerra en su frente septentrional y que, si Hezbolá se contenía, Israel también mantendría la situación a lo largo de la frontera tal como está.