Rodrigo Díaz M.
El horario de verano del 2023 llegará a su fin el 5 de noviembre, así que considérelo una señal y programe una alerta para no olvidarse de retrasar su reloj una hora cuando llegue el momento.
Este año, los canadienses de la mayoría de las zonas horarias pueden “atrasar” sus relojes analógicos el sábado 4 de noviembre antes de irse a la cama, ya que los relojes retroceden en la madrugada del 5 de noviembre, mientras la mayoría de la gente duerme.
Sin embargo, el Yukón, la mayor parte de Saskatchewan y algunas zonas de la British Columbia y Quebec seguirán con el horario estándar.
Sus dispositivos digitales y conectados a wifi deberían hacer el cambio automáticamente, pero no está de más volver a comprobarlos la mañana del 5 de noviembre, para estar seguros.
El cambio de hora es un tema de debate en Canadá desde hace muchos años, con políticos provinciales de Alberta, British Columbia y Ontario que quieren eliminar esta práctica centenaria.
Ontario presentó y aprobó por unanimidad en el 2020 un proyecto de ley privado llamado Ley de Modificación Horaria. Está a la espera de que Nueva York y Quebec se sumen a la iniciativa, ya que estas zonas comparten el comercio.
La legislatura de British Columbia aprobó una legislación similar en el 2019, pero el proceso se ha retrasado, ya que los estados americanos en la misma zona horaria esperan a que California apriete el gatillo.
Alberta celebró un referéndum sobre la idea en el 2021, y poco más de la mitad de los que votaron querían mantener el horario de verano.
El horario de verano fue propuesto por primera vez en 1895 por el entomólogo neozelandés George Hudson. Propuso el cambio porque le permitiría disponer de más horas de luz para encontrar e inspeccionar insectos.