Rodrigo Díaz M.
Se prevé que la demanda de electricidad en Canadá se duplique en los próximos 25 años, y todos los indicios apuntan a que la energía nuclear cubrirá la mayor parte de las necesidades energéticas adicionales de la provincia de Ontario.
Entre los factores clave que impulsan esa demanda figuran la inminente transición del sector automovilístico a los vehículos eléctricos y la presión para que las industrias reduzcan sus emisiones de carbono.
Esto crea la posibilidad de que Ontario se embarque en lo que sería la mayor expansión de la energía nuclear de la historia de Canadá, un proyecto de construcción de varias décadas con unos costes que podrían ascender a cientos de miles de millones de dólares.
Según el ministro de energía de la provincia, Todd Smith, Ontario no puede aumentar suficientemente la producción de electricidad sin ampliar la producción nuclear.
“Dado que queremos asegurarnos de que estamos construyendo fuentes de electricidad sin emisiones, la mejor manera de hacerlo es mediante la carga de base nuclear”, dijo Smith en una entrevista.
El primer ministro Justin Trudeau también está de acuerdo. “Vamos a tener que generar mucha más energía nuclear”, dijo en abril al hablar de la necesidad de electricidad limpia para alimentar la creciente producción industrial de Canadá.
En la actualidad, las centrales nucleares cubren algo más de la mitad de las necesidades eléctricas de Ontario. Las presas hidroeléctricas aportan una cuarta parte del suministro, mientras que las centrales de gas y los parques eólicos cubren sólo una pequeña parte del resto.
La provincia ha defendido la expansión de la energía nuclear en una serie de informes de los últimos meses.
En un informe publicado el pasado mes de diciembre, el Operador Independiente del Sistema Eléctrico de Ontario (IESO) examinó cómo satisfacer la demanda y garantizar al mismo tiempo que la red de la provincia esté libre de emisiones en el 2050.
Prevé la construcción de 17.800 megavatios de nueva energía nuclear, lo que equivale aproximadamente a construir otra central nuclear Bruce, dos Darlington más y otra Pickering.
Se calcula que Ontario necesitará gastar unos 400 billones de dólares de aquí al 2050 para satisfacer lo que prevé que serán las necesidades futuras de electricidad y, al mismo tiempo, conseguir que la red sea neutra en carbono.