Una dieta especial, en 28 días y sin mucho esfuerzo, sirve para combatir un cuerpo cansado tras una temporada de malos hábitos y confirma el dicho de que “la belleza está en el interior”, concretamente, en una limpieza “detox” de órganos.
DESTACADOS:
- Se debe huir del exceso de verde en el plato, para no pasarse con la fibra, aunque la porción de carne debe ser más pequeña y acompañar a las verduras, y no al contrario.
- Al hígado le gustan las cenas ligeras, pero no el ayuno, porque al trabajar intensamente puede provocar dolores de cabeza.
- Los alimentos ricos en grasas y azúcares vuelven la sangre más densa y la circulación menos fluida, dando como resultado unas piernas pesadas.
- El aumento de peso, la sensación de cansancio, un cutis menos luminoso, un pelo que pierde brillo o unas uñas quebradizas pueden ser consecuencia de una acumulación de toxinas en los órganos clave del cuerpo.
- El intestino, el hígado, los riñones, la sangre y los pulmones son los órganos más implicados en el buen funcionamiento del cuerpo, y los que más sufren con los malos hábitos, pero pueden depurarse con una dieta y unos sencillos ejercicios, en menos de un mes.
La periodista especializada en bienestar Sioux Berger propone en “Plan detox para perezosas” (Lunwerg) una serie de cuidados y recetas para decir adiós al vientre hinchado, al cutis apagado y a las piernas pesadas.
Conseguir un abdomen liso, gracias a una depuración de intestino, es el objetivo al que se consagra la primera semana del plan “detox”.
LIMPIEZA, POR PARTES.
Para ello hay que combatir los hábitos que este “detesta”, como las comidas a horas irregulares, la comida mal masticada, el estrés, el café en ayunas, el exceso de lácteos y las grasas animales y cocinadas, explica Berger en su libro.
También hay que huir del exceso verde en el plato, para no pasarse con la fibra, aunque la porción de carne siempre debe ser más pequeña y acompañar a las verduras, y no al contrario.
La guía recomienda hacer cremas con los vegetales -que, cocidos y triturados, son más fáciles de digerir-, hacer deporte para combatir el estreñimiento y tomar productos clave como la berenjena, la col blanca, el brécol, el pimiento rojo, o alimentos probióticos como la soja y el tofu.
El estrés es un enemigo a combatir, ya que acelera el envejecimiento, modifica el metabolismo e impulsa malos hábitos como fumar o picar.
Para evitarlo, se puede empezar el día con un vaso de un tipo de agua, con alto contenido en magnesio, que permite luchar contra el cansancio y ayuda a controlar las ganas imperiosas de comer; o acabarlo con unos relajantes ejercicios de respiración abdominal.
UN HÍGADO RELUCIENTE.
En la segunda semana del plan, el objetivo es depurar el hígado para conseguir una piel perfecta: El órgano regula la cantidad de azúcar en sangre, almacenando el excedente y liberándolo regularmente a lo largo del día, pero una alimentación rica en toxinas puede sobrecargarlo, provocando un cutis apagado.
Al hígado le gustan las cenas ligeras, pero no el ayuno, porque al trabajar intensamente puede provocas dolores de cabeza, explica Bergen.
Los alimentos clave para esta fase son la alcachofa, las zanahorias, las judías verdes, el puerro (en crema o en vinagreta) la rúcula y los tomates, que ayudan a disolver las grasas malas, y cuyas fibras facilitan la digestión para eliminar a tiempo las toxinas.
La col y la manzana, un tándem utilizado desde la Edad Media para tratar toda clase de enfermedades, es ideal para la depuración, que también se puede acelerar con infusiones de achicoria, diente de león, alcachofa y ortiga, a partes iguales; o con un gran vaso de agua templada con un limón exprimido, nada más levantarse.
Para acelerar la recuperación del cutis, lo ideal es exfoliarlo con un tratamiento casero a base de salvado de avena molido.
ADIÓS CELULITIS.
En la tercera semana, limpiar los riñones por dentro ayudará a eliminar la celulitis en la superficie gracias a la mejora de la circulación y el sistema de drenaje del cuerpo.
Beber agua -no una cantidad excesiva, pero sí regularmente-, eliminar el tabaco, evitar el exceso de proteínas animales, aplicarse masajes y, ante el dolor de cabeza, acostarse antes y evitar tomar medicamentos, si estos son innecesarios.
Los calabacines, los espárragos o el pepino deben conformar los platos del menú semanal, aunque también se pueden usar remedios naturales como elaborar tisanas con los rabillos secos y triturados de las cerezas, ir a la sauna y salir a caminar dejando los vaqueros ajustados en casa.
PIERNAS QUE VUELAN.
Los alimentos ricos en grasa y azúcares vuelven la sangre más densa y la circulación menos fluida, por lo que depurar la sangre y los pulmones ayudará a conseguir unas piernas más ligeras y, a largo plazo, a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Los aceites vegetales de oliva, nuez o avellana, y frutas como el aguacate, aportan la grasa necesaria al cuerpo de una forma saludable.
El melón, la piña, las castañas y la col, son alimentos que ayudan a combatir la pesadez de las extremidades y pueden reforzarse con una infusión de grosella negra, milenrama, enebro, ortiga y tomillo que, aderezada con un poco de ejercicio, hará que levantar las piernas cueste cada vez menos.
LARA BARREIRO.
EFE REPORTAJES