Algunos árbitros de la asociación de fútbol de Ontario han empezado a llevar cámaras corporales esta semana, en el marco de un nuevo proyecto piloto destinado a disuadir de los malos tratos a los padres, uno de los principales motivos por los que los colegiados abandonan el trabajo.
Hay 50 cámaras corporales a disposición de los aproximadamente seis mil árbitros de la provincia, según Johnny Misley, director general de Ontario Soccer, quien afirmó que se trata del primer proyecto de este tipo en Norteamérica. La Asociación Británica de Fútbol puso en marcha un proyecto similar a principios de este año, que, según Misley, inspiró la iniciativa de Ontario.
“Creemos que aquí hay una oportunidad, que podemos mostrar cierto liderazgo y tratar de frenar la cultura del abuso arbitral, que es la razón número uno por la que los árbitros abandonan el juego y el deporte en general”, dijo Misley.
“Esto no es aceptable. Y, sinceramente, ver a estos árbitros con cámaras encima hoy en día es una muestra bastante triste de la situación en la que se encuentra nuestra sociedad”, añadió.
Misley explicó que el proyecto piloto se está llevando a cabo en colaboración con la Universidad de Brock, que se encargará del componente de investigación del ensayo basado en pruebas. El objetivo número uno, dijo, es determinar si las cámaras actúan como elemento físico disuasorio de los abusos vocales y físicos.