Un estudio realizado en el Reino Unido indica que los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente cometen el mismo número de errores que aquellos que están bajo los efectos del alcohol.
DESTACADOS.
+++ El estudio “Deshidratación y conducción” expone que, entre los errores más comunes cometidos tanto por conductores que no están adecuadamente hidratados como por aquellos con un nivel de alcohol en sangre de 0.8 g/l, destacan las salidas involuntarias del carril, frenar demasiado tarde y tocar o rebasar la línea del arcén.
+++ “En el ensayo clínico no hay posibilidad de error porque las mismas personas participaban en la investigación hidratadas y levemente hidratadas”, explica Lluís Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro del comité científico asesor del European Hydration Institute.
+++ Serra-Majem recuerda que “aunque pongamos el aire acondicionado, si hace calor, es conveniente para una conducción segura beber líquidos”.
El famoso lema “si bebes, no conduzcas” solo debe aplicarse a las bebidas alcohólicas. En cambio, beber agua resulta muy aconsejable para mantener una buena hidratación, tanto antes del viaje como durante el trayecto.
En este sentido, el estudio “Deshidratación y conducción”, realizado en el Reino Unido, indica que los conductores que viajan con un nivel de hidratación insuficiente comenten más errores que cuando están bien hidratados.
La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Loughborough, en el condado de Leicestershire, en colaboración con el European Hydration Institute (EHI), muestra un riesgo para la seguridad vial, hasta ahora poco conocido, que se acentúa en los meses de más calor, lo que coincide con las operaciones de tráfico propias de las vacaciones.
INVESTIGACIÓN CONCLUYENTE.
Las pruebas del estudio, practicadas en un simulador, concluyen que la falta de hidratación hace que los conductores cometan el doble de errores que si estuvieran adecuadamente hidratados, un número similar al que tendrían si se hallaran bajo los efectos del alcohol.
“En el ensayo clínico no hay posibilidad de error porque las mismas personas participaban en la investigación hidratadas y levemente hidratadas”, explica Lluís Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro del comité científico asesor del European Hydration Institute.
“Lo más importante de este estudio es que analiza por primera vez cómo afecta una deshidratación leve a la capacidad de respuesta al volante ante imprevistos durante la conducción”, aclara el experto.
El estudio “Deshidratación y conducción” expone que entre los errores más comunes cometidos tanto por conductores que no están adecuadamente hidratados como por aquellos con un nivel de alcohol en sangre de 0.8 g/l, destacan las salidas involuntarias del carril, frenar demasiado tarde y tocar o rebasar la línea del arcén.
En este sentido, el profesor Serra-Majem señala que sin la correcta hidratación “disminuye la capacidad de atención y de reacción ante un imprevisto, sobre todo si la conducción es aburrida y requiere poca atención, por ejemplo, en una autopista a una velocidad moderada”.
Por este motivo, el European Hydration Institute aconseja a los conductores que se hidraten de manera apropiada cuando se pongan al volante con el fin de garantizar la seguridad del resto de los usuarios de la carretera.
Así, Serra-Majem precisa que “cuando tenemos un adecuado equilibrio entre los líquidos que hemos ingerido y los que hemos perdido, todas las células trabajan en estado óptimo y, por tanto, los mensajes de transmisión funcionan correctamente”.
De igual modo, la Fundación Británica de Nutrición señala que, como nuestro cuerpo es dos tercios de agua, resulta muy importante consumir la cantidad de líquidos suficiente para mantenernos hidratados y saludables.
“Si no la ingerimos, podemos sentirnos cansados, tener dolor de cabeza y no estar al 100%”, añade esta entidad.
Por su parte el European Hydration Institute detalla que con una deshidratación leve (lo que implica una pérdida entre 1- 2% del agua presente en nuestro organismo) se reduce notablemente la capacidad física y cognitiva e, incluso, pueden aparecer problemas en la función cardiovascular y termorreguladora.
Pero si la pérdida es del 4% aparecen síntomas como dificultad para la concentración, dolor de cabeza o somnolencia. “Y, según progrese la deshidratación, los síntomas serán más graves”, aclara Serra-Majem.
CAFEÍNA Y APORTES CALÓRICOS.
No obstante, muchos conductores evitan beber durante los viajes largos para no tener que hacer paradas. Pero el European Hydration Institute insiste en la importancia de hidratarse adecuadamente antes de empezar el viaje y mantener el nivel de hidratación bebiendo periódicamente durante los descansos. Del mismo modo, el profesor Serra-Majem recomienda “parar para beber cada dos horas”.
Además, el especialista aconseja combinar la ingesta de agua con otras bebidas como zumos, leche, café, té, etc.
“Si se está algo cansado es preferible elegir bebidas con cafeína, como el café o las bebidas de cola, aunque en estos casos hay que estar atentos al aporte calórico”, indica el experto.
“Los estudios indican que cuando incorporamos cafeína, por ejemplo al tomar un café, mejora la atención y el rendimiento, sobre todo el intelectual, aunque no tanto el físico. Por lo cual es aconsejable consumir este tipo de bebidas de una forma moderada”, apunta.
Respecto al aporte calórico de las bebidas, la Fundación Británica de Nutrición expresa que casi todas las bebidas contienen agua, algunas aportan vitaminas y minerales, pero también pueden aportar calorías.
“Estas calorías contribuyen a la ingesta calórica diaria del mismo modo que las que proceden de la comida”, subraya. Asimismo, esta entidad destaca la importancia de cuidar los dientes y advierte de que consumir bebidas azucaradas con mucha frecuencia puede dañarlos.
Otra de las recomendaciones del profesor Serra-Majem es parar cada dos horas para estirar las piernas y reponer líquidos, especialmente si se tiene sed. “Aunque no es aconsejable esperar a tenerla para beber”, destaca.
Además, el experto hace hincapié en la importancia de observar la orina. “Si es de un color amarillo claro es señal de que estamos bien hidratados. Si, por el contrario, es más oscura, es posible que estemos levemente deshidratados”, explica.
Por otra parte, durante el verano, si se conduce cuando la temperatura es muy alta, la sudoración aumenta y con ella la pérdida de agua y electrolitos.
Al contrario de lo que pueda pensarse, el European Hydration Institute puntualiza que abusar del aire acondicionado en los viajes largos aumenta esa pérdida de agua de forma considerable.
Por ello, Serra-Majem recuerda que “aunque pongamos el aire acondicionado, si hace calor, es conveniente para una conducción segura beber líquidos”.
Por Purificación León.
EFE-REPORTAJES