Rodrigo Díaz M.
Una ley que suprime la facultad del Tribunal Supremo de anular las medidas gubernamentales que considere irrazonables ha sido aprobada en Israel.
Es la primera que se aprueba de una serie de reformas muy criticadas que pretenden frenar el poder de los tribunales.
Las reformas previstas han desencadenado algunas de las mayores protestas de la historia de Israel, y sus detractores advierten de que ponen en peligro la democracia del país.
El gobierno argumenta que las medidas son necesarias para corregir un desequilibrio de poder que ha hecho que los tribunales intervengan cada vez más en las decisiones políticas en las últimas décadas.
El llamado proyecto de “razonabilidad” fue aprobado por 64 votos a favor y 0 en contra, después de que la oposición boicoteara la votación final.
En declaraciones ante la Knesset (Parlamento), el líder de la oposición, Yair Lapid, calificó la medida de “toma del poder por una minoría extrema sobre la mayoría israelí”.
Pero el primer ministro, Benjamin Netanyahu, insistió en que el Tribunal seguiría siendo independiente y dijo que el proyecto de ley era necesario para que el gobierno “llevara a cabo una política acorde con la decisión de la mayoría de los ciudadanos del país”.
Las controvertidas reformas han polarizado a Israel, desencadenando una de las crisis internas más graves de la historia del país.
Cientos de miles de manifestantes han salido a la calle semanalmente desde principios de año para protestar por lo que consideran un ataque a la democracia. El gobierno afirma que las reformas sirven para fortalecer la democracia, argumentando que el Tribunal Supremo ha acumulado demasiado poder sobre la política en las últimas décadas.
Para agravar la crisis, miles de reservistas, entre ellos pilotos de las fuerzas aéreas, cruciales para la capacidad ofensiva y defensiva de Israel, han prometido no alistarse como voluntarios. Esta disidencia sin precedentes ha causado alarma por el posible impacto en la preparación militar de Israel.
Ex jefes de los servicios de seguridad israelíes, presidentes de tribunales y destacadas personalidades del mundo jurídico y empresarial también se han manifestado en contra de las reformas del gobierno.
Las medidas también han sido criticadas por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que en sus comentarios más explícitos ha pedido que se pospongan las “divisivas” reformas.