Rodrigo Díaz M.
En un nuevo intento de frenar el creciente número de mujeres que desafían el código de vestimenta obligatorio en Irán, las autoridades están instalando cámaras en lugares públicos y vías públicas para identificar y sancionar a las mujeres sin velo.
Una vez identificadas, las infractoras recibirán “mensajes de texto de advertencia sobre las consecuencias”, explicó la policía en un comunicado.
El objetivo de la medida es “impedir la resistencia contra la ley del hiyab”, según el comunicado, difundido por la agencia de noticias Mizan y otros medios estatales, y añade que esa resistencia empaña la imagen espiritual de Irán y propaga la inseguridad.
Un número creciente de mujeres iraníes se han despojado de sus velos desde la muerte de una mujer kurda de 22 años mientras estaba detenida por la policía de moralidad el pasado mes de septiembre. Mahsa Amini había sido detenida por violar la norma del hiyab. Las fuerzas de seguridad sofocaron violentamente las protestas que siguieron a su muerte.
Sin embargo, aunque se arriesgan a ser detenidas por desafiar el código de vestimenta obligatorio, sigue siendo frecuente ver a mujeres sin velo en centros comerciales, restaurantes, tiendas y calles de todo el país. Los vídeos de mujeres sin velo resistiendo a la policía de la moralidad han inundado las redes sociales.
Mientras tanto, decenas de alumnas de escuelas de una ciudad del centro y de la ciudad noroccidental de Ardabil enfermaron en una nueva ola de presuntos envenenamientos que afectó a cientos de alumnas en todo Irán a principios de este año.
La agencia semioficial de noticias ILNA citó las declaraciones de un comité de investigación de los presuntos envenenamientos, que presentará un informe al Parlamento en unas dos semanas.
Las autoridades han acusado a los “enemigos” de la República Islámica de utilizar los atentados para socavar el poder clerical. Pero las sospechas recaen sobre los grupos de línea dura que actúan como autoproclamados guardianes de su interpretación del islam.
La declaración de la policía del sábado sobre la ley del hiyab pedía a los propietarios de comercios que “vigilen seriamente el cumplimiento de las normas sociales con sus diligentes inspecciones”.
Según la ley islámica iraní, impuesta tras la revolución de 1979, las mujeres están obligadas a cubrirse el cabello y llevar ropa larga y holgada para disimular su figura. Las infractoras se enfrentan a reprimendas públicas, multas o detenciones.
En un comunicado del ministerio del interior se describía el velo como “uno de los fundamentos de la civilización de la nación iraní” y “uno de los principios prácticos de la República Islámica”.
Se instaba a los ciudadanos a enfrentarse a las mujeres sin velo. En décadas pasadas, este tipo de directivas han animado a los partidarios de la línea dura a atacar a las mujeres.