Rodrigo Díaz M.
Se prevé que el déficit federal ascienda a 40.1 billones de dólares en el período 2023-24, casi 10 billones más de lo previsto en el informe económico del pasado otoño. La ralentización de la economía y el nuevo gasto liberal están detrás de este aumento.
Desde medidas de asequibilidad para los canadienses con rentas bajas y la financiación de la siguiente fase de un programa nacional de atención dental, hasta retoques en la fiscalidad de las boutiques y una serie de incentivos a las tecnologías ecológicas, el presupuesto federal hecho público la semana pasada esboza el plan de los liberales para “hacer grandes cosas” mientras se enfrentan a una posible recesión.
El nuevo presupuesto expone cómo los liberales planean gastar casi 70 billones de dólares más de aquí al 2027-28, 59.5 billones en los próximos cinco años, compensándolos con cerca de 25 billones en recortes y ahorros.
El presupuesto, titulado “Un plan hecho en Canadá”, muestra que el déficit federal será de 43 billones de dólares este año fiscal, y no se prevé que el déficit disminuya gradualmente en los próximos cinco años, pero seguirá siendo de 14 billones de dólares en el 2027-28.
Enmarcando el presupuesto 2023 como un plan para fortalecer la clase media, apoyar una economía asequible y generar un futuro saludable, los liberales lo presentan como un plan para elegir cómo mover el dial del crecimiento sin exacerbar la inflación.
Con el estado de la economía todavía inestable y la eliminación del déficit fuera de la mesa por ahora, los liberales siguen aferrándose a la relación deuda/PIB de Canadá como su principal barrera fiscal.
Tal y como se anunció antes de la publicación del presupuesto, el gobierno federal va a introducir una “rebaja de alimentos” única que costará 2.5 billones de dólares para ayudar a 11 millones de canadienses con ingresos bajos a pagar sus facturas.
El presupuesto también incluye el compromiso del gobierno federal de destinar 46.2 billones de dólares más de lo previsto anteriormente en materia de salud, según lo acordado mediante pactos con las provincias y territorios a cambio de notables mejoras en la atención y el acceso de los pacientes.
El presupuesto, que satisface una necesidad prescrita por el acuerdo de confianza y suministro entre los liberales y el NDP, incluye 13 billones de dólares en cinco años y 4.4 billones de dólares para poner en marcha el “Plan Canadiense de Atención Dental”, más formalizado, con el fin de ampliar la elegibilidad a los niños menores de 12 años.
También se señalan una serie de nuevas medidas centradas en los pasajeros aéreos, como avanzar en el refuerzo de las obligaciones de compensación de las aerolíneas y proporcionar a la Autoridad Canadiense de Seguridad del Transporte Aéreo (CATSA) 1.8 billones de dólares en cinco años para acelerar los tiempos de tramitación y reforzar las medidas de seguridad.
Sin recurrir a los bolsillos de los contribuyentes para financiar medidas de alivio del coste de la vida, el presupuesto federal de 2023 propone una serie de medidas políticas y fiscales destinadas a ofrecer a los canadienses y a las empresas otras formas de alivio.
Por ejemplo, en colaboración con los organismos reguladores y los gobiernos provinciales, se tomarán medidas contra las comisiones ocultas o inesperadas para el consumidor, conocidas como “comisiones basura”, que inflan el coste total de un producto o servicio. Los liberales afirman que perseguirán los gastos de itinerancia de las telecomunicaciones, las tarifas de eventos y conciertos, los gastos excesivos de equipaje y los gastos de envío injustificados.
En una victoria para los grupos de presión de la cerveza, el vino y las bebidas espirituosas, los liberales van a limitar temporalmente el aumento previsto del impuesto especial sobre el alcohol al 2%, en lugar del 6% previsto. Esta medida estará en vigor durante un año.
El gobierno federal afirma que también modificará el Código Penal para acabar con los préstamos abusivos que se dirigen a los canadienses en situaciones financieras peligrosas con tasas de interés elevadas, reduciendo al 35% la cantidad de interés que se puede cobrar legalmente.
Durante los próximos tres años, los liberales tienen previsto destinar 48,9 millones de dólares a proteger a las comunidades de la diáspora, así como a los canadienses, de los intentos de estados extranjeros de interferir, amenazar e influir de forma encubierta en personas o instituciones.
Este dinero se destinará a la RCMP para reforzar la protección de quienes sufren acoso e intimidación, aumentar su capacidad de investigación y colaborar más activamente con las comunidades afectadas.