“Para llegar a otras personas y que nos atiendan y entiendan, lo más importante es transmitir nuestras las emociones. Es más importante el “qué” que el “cómo” “, según Javier Cebreiros, autor de “Olvida tu lenguaje corporal”, obra que muestra un enfoque novedoso en comunicación humana…
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— “Si pensamos en los mejores profesores que tuvimos en la infancia, resulta que no eran únicos por cómo se movían, sino por cómo nos hacían sentir. ¿Qué los hacía diferentes? ¡Pues que nos explicaba las cosas con emoción y no las contagiaban!”, destaca el experto en comunicación Javier Cebreiros.
— “¿Es más importante mover bien las manos o ser personas de valor?, ¿es más determinante sonreír o trabajar para ser personas felices? Llevamos mucho tiempo trabajando por mejorar lo que parecemos y es el momento de mejorar lo que somos”, señala a Efe, Cebreiros, autor de “Olvida tu lenguaje corporal”.
— Para este experto, “la comunicación empieza en la escucha, ya que es difícil comunicarse con otro ser humano sin comprenderlo primero, y la mejor técnica para comprender es escuchar. Para fomentar la escucha hay que potenciar dos cualidades: la humildad y la curiosidad”.
Aunque la mayoría de las técnicas sobre comunicación ponen el énfasis en cómo mejorar el lenguaje corporal, el tono de voz, los gestos o el contacto visual con la audiencia o un interlocutor, para el comunicólogo Javier Cebreiros (www.cebreiros.com) la parte más determinante de la comunicación “son las emociones”.
Autor del libro “Olvida tu lenguaje corporal”, según él, lo más importante de la comunicación de las personas “no es cómo se mueven, sino cómo están, cómo se sienten”.
Graduado en dirección de empresas, Cebreiros destaca que “comunicarnos con emoción, con sentido y con mensaje hace que nuestros sueños se hagan realidad” e incluso enfatiza categórico: “¡nosotros somos las emociones que comunicamos!”.
Efe entrevista a Javier Cebreiros quien aclara cuál es su concepto de la buena comunicación entre las personas y nos muestra su propuesta de pilares de la comunicación.
Pregunta.- Si lo determinante es el lenguaje emocional ¿qué papel cumple entonces en la comunicación el lenguaje corporal?.
Respuesta.- Uno muy importante. Mi reflexión es otra: para comunicar mejor, ¿es más importante mover bien las manos o ser personas de valor?, ¿es más determinante sonreír o trabajar para ser personas felices? Creo que llevamos mucho tiempo trabajando por mejorar lo que parecemos, y ha llegado el momento de centrarnos en mejorar lo que somos.
P.- ¿Por qué es más determinante cómo nos sentimos, que la forma en que nos movemos, gesticulamos, miramos o hablamos?.
R.- Si pensamos en algunos de los mejores profesores que tuvimos en la infancia, resulta que no eran únicos por cómo se movían, sino por cómo nos hacían sentir. Las emociones tienen algunas características determinantes para entender su influencia en nuestra comunicación: no las podemos esconder, las reconocemos y se contagian.
P.- ¿Eso en qué se traduce?.
R.- Cuando las personas que nos escuchan reconocen eficazmente si estamos alegres o tristes, ya que no podemos ocultarlo, les podremos contagiar nuestro estado de ánimo. Entonces, ¿qué hacía diferente ese profesor? Pues que nos explicaba las cosas con emoción y no las contagiaba.
P.- ¿Qué emociones nos ayudan más a comunicarnos y cómo podemos cultivarlas?.
R.- Todas las emociones son eficaces para comunicar. La duda es ¿cuáles preferiríamos tener si pudiésemos elegir? Mi propuesta es clara: las emociones positivas. Me parece que ser alegre es ser inteligente.
P.- Pero también se podrían impostar… .
R.- Entonces me pregunto: ¿es más fácil ser uno mismo 24 horas o fingir ser otro todo ese tiempo? Creo que nos han inculcado la represión de nuestras emociones y comportarnos de un modo determinado, cuando lo natural, aunque no lo fácil, es potenciar nuestra autenticidad y mostrarnos como somos, tratando, cada día, de convertirnos en una versión mejor.
LOS PILARES DE LA COMUNICACIÓN.
Para poder comunicar con:.
EMOCIÓN.
“Comunicaremos con pasión y emoción en la medida en que vivamos con pasión y emoción; el mejor ejercicio es, entonces, apasionarnos con nuestro día a día. No podemos explicar a un niño qué es la felicidad sino no nos sentimos felices primero”, señala este comunicólogo.
SENTIDO.
“Cada día está cambiando nuestro mundo. Si tenemos presente que somos la persona más influyente en la vida de algunas personas, ya tenemos un motivo por el que comunicar cada día con sentido: porque tenemos el poder y la capacidad de inspirar a esos seres algo grande y positivo”, según Cebreiros.
Para este profesional, comunicar con sentido, es también desear comunicar algo grande y positivo, y por eso aconseja preguntarse: “¿Qué vamos a comunicar con la siguiente persona con la que nos crucemos?”.
MENSAJE.
Según Cebreiros, el “qué” importa mucho más que el “cómo” y “quizá esta sea la idea más importante que debemos tener presente cuando va a comunicarnos: ¡tenga algo que contar!”.
Este experto recuerda que ha visto “grandes comunicaciones sin forma que son excepcionales, y mensajes vacíos con una forma espectacular”, pero es rotundo al afirmar: “sin mensaje, no hay valor, y existe una gran forma de conformar un buen mensaje: vivir experiencias”.
EMPATÍA.
Para Cebreiros, “la comunicación empieza en la escucha” ya que “es difícil comunicarse con otro ser humano sin comprenderlo primero, y la mejor técnica para comprender es escuchar”.
Por eso este especialista recomienda potenciar dos cualidades: la humildad y la curiosidad, ya que “si de verdad pensamos que de cada persona tenemos algo que aprender, sabremos escucharlas con atención a todas”.
Por María Jesús Ribas.
EFE/REPORTAJES