Una aplicación, unida a una pulsera tecnológica, monitoriza nuestra respuesta física y emocional cuando estamos con una amistad, lo que ayuda a determinar si esa persona puede ser una influencia positiva o negativa en nuestra vida. ¿Sabe usted cómo son sus amigos?
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— “La aplicación “pplkpr” recibe y procesa los datos procedentes de una pulsera que lleva el usuario en la que se registran cambios de ritmo cardíaco para determinar, automáticamente, su estado emocional ante una persona”, según los creadores Lauren McCarthy y Kyle McDonald.
— El usuario puede así revisar sus contactos en las redes sociales y pedir a esta aplicación, pulsando en la pantalla, cómo le ha hecho sentir una determinada persona: enfadado, aburrido, triste o feliz, según recogen en la revista ‘Engadget’.
— “Se trata de una aplicación funcional científica, pero que es a la vez una provocación: una manera de obligarnos a reflexionar sobre hacia donde nos dirigimos con nuestra forma de vivir, cada vez más cuantificada y controlada por algoritmos”, señalan a Efe McCarthy y McDonald.
¿Le gustaría analizar, manejar y optimizar su vida social? Un programa informático opera desde su teléfono móvil y le ayuda a relacionarse mejor y a identificar a quienes podemos permitir entrar en nuestro círculo íntimo y a quienes es preferible dejar fuera o a distancia.
La plataforma, denominada “pplkpr” y desarrollada por los artistas y programadores Lauren McCarthy (http://lauren-mccarthy.com) y Kyle McDonald (http://kylemcdonald.net), utiliza un ‘smart watch’ o reloj inteligente, para monitorizar nuestra reacciones físicas y emocionales ante quienes nos rodean, y hacernos conscientes como nos hacen sentir y, por consiguiente, si nos convienen o no.
El programa informático “pplkpr” (siglas de la expresión en inglés ‘ ‘peoplekeeper’ o ‘portero de personas’) se comporta como un diario de la alimentación diaria, pero aplicado a la vida social, según la revista digital ‘Engadget’.
Una vez que el usuario lo ha descargado en su dispositivo, puede revisar sus contactos en las redes sociales, después de salir con uno de ellos a tomar una copa y puede preguntar al “pplkpr”, pulsando en la pantalla las opciones disponibles, cómo le ha hecho sentir esa persona: si enfadado, aburrido, triste o feliz, según este medio.
Según ‘Engadget’, dado que este sistema no es particularmente específico, también se puede vincular la ‘app’ a un dispositivo de detección de la frecuencia cardíaca, similar a un reloj de pulsera, capaz de monitorizar los signos vitales de quien lo lleva en la muñeca, en situaciones sociales y en tiempo real.
Después de un cierto tiempo, el sistema comienza a identificar las tendencias en los comentarios verbales y en las respuestas físicas del usuario que ha sido registrado, y le sugiere con qué amigos puede pasar más tiempo porque le hacen feliz y con quiénes pasar menos, de acuerdo a ‘Engadget’ .
Según el portal online ‘Techcrunch’, la aplicación puede conectarse a través de señales bluetooth con el monitor de frecuencia cardíaca de pulsera y con cualquier otro sistema similar, para realizar un seguimiento de la respuesta física del usuario ante ciertas personas presentes en su vida.
MUY EMOCIONAL.
La información registrada por el dispositivo de monitorización, que es indicativa de diferentes respuestas emocionales, es trasmitida al móvil y analizada por la ‘app’, permitiendo detectar reacciones como la alegría, la ira o la tristeza, según la misma fuente.
La aplicación decide entonces si ciertas personas nos estresan o ayudan a calmarnos, sugiriendo con quiénes podemos mantener una amistad y a quiénes conviene evitar o bloquear por ser gente negativa, según ‘Techcrunch’.
El sistema también puede eliminar aquellos contactos que determine que son malos para nosotros, y sugerirnos que enviemos mensajes de texto a los buenos amigos o que programemos un espacio de tiempo para pasar el rato con quienes nos hacen sentir mejor, según este medio digital.
La aplicación utiliza el sistema de posicionamiento geográfico GPS y una pulsera de detección de la frecuencia cardíaca para no perder de vista cuando su usuario está yendo y viniendo de un encuentro y cómo se siente emocionalmente, en cada momento.
“Este sistema implementa un sistema de medición complejo llamado “variabilidad del ritmo cardíaco”, que analiza los cambios sutiles en el ritmo del corazón para determinar el estado emocional de una persona”, según sus creadores.
“Los datos de esa medición se correlacionan con las personas que interactúan en ese instante con el usuario para determinar, automáticamente, quién debe formar parte de su vida y quienes deben ser eliminados de ella”, señalan McCarthy y McDonald.
Añaden que el “pplkpr” comenzó con más de un año de investigación y experimentación y finalmente tomó la forma de una aplicación para funciones a corto plazo en la vida diaria, para iOS, el sistema operativo móvil para iPhone, iPod y iPad,
“La primera prueba se efectuó con un grupo de estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon (www.cmu.edu) en Pittsburgh (Pensilvania, EEUU) y consistió en monitorizar cuidadosamente durante una semana, sus niveles de estrés mientras su vida social era sometida a distintas situaciones”, recuerdan.
“Durante este ensayo los estudiantes utilizaron una versión modificada de “pplkpr” que fue capaz de controlar sus medios de comunicación social, explican McCarthy y McDonald.
HACIA LAS RELACIONES INFORMATIZADAS.
Se trata de una aplicación funcional científica, pero para McCarthy y McDonald es, a la vez, “una provocación artística, una manera de obligarnos a reflexionar sobre hacia dónde nos estamos dirigiendo, con nuestra forma de vivir cada vez más cuantificada, en la que tomamos cada vez más de decisiones con la ayuda de algoritmos”.
“Tener relaciones sociales cuantificadas e informatizadas plantea interrogantes como ¿quién es el dueño de los datos creados entre dos personas? ¿qué ocurriría si esa información es capturada y utilizada? ¿qué pasaría si los algoritmos pudieran entender nuestras relaciones y tomar decisiones interpersonales mejor que nosotros mismos…?”, reflexionan.
“La idea de que un algoritmo controle y gestione nuestra vida social puede parecer espeluznante, pero ¿y si realmente es eficaz? ¿y si en realidad mejora nuestras relaciones y vida emocional? “, señala a Efe Lauren McCarthy.
Aunque McCarthy también se pregunta: “¿qué sucedería cuando el algoritmo se equivoca? ¿al igual que podemos achacar nuestros pasos en falso a la función ‘autocompletar’ del navegador o a nuestros filtros de correo ‘spam’, podría una aplicación como esta proporcionarnos la excusa o justificación para decir y hacer lo que realmente sentimos?”.
“En realidad es una respuesta crítica a las tendencias que vemos hacia una vida más cuantificada y vigilada mediante el procesamiento de los datos masivos o ‘Big Data’, aunque no creemos que ninguna de estas cosas sean de color blanco o negro”, señala esta artista y programadora.
De acuerdo a McCarthy, el “pplkpr” es relativamente simple en cuanto a la forma en que constata las emociones y en la toma de decisiones y “dado que la mayor parte de lo que decide son cosas que tendríamos problemas para hacer nosotros mismos, puede suponer un alivio o una ayuda para decidir el futuro de una relación”.
Esta experta reconoce que una de las partes más complicadas de este proyecto ha sido decidir qué significa una “mejor decisión” para una persona determinada.
“Si usted termina una relación terrible, pero está aprendiendo algo importante durante ese proceso, ¿es realmente “mejor” para usted acabar pronto con esa persona…?, indica McCarthy a Efe. Sus preguntas quedan flotando en el aire.
Por Rocío Gaia.
EFE/REPORTAJES