TRATA. El 22 de febrero se celebra en Canadá el Día Nacional de Concientización sobre la Trata de Personas debido a la gravedad del problema
Basta ver las noticias en los medios de comunicación, o leer lo que las personas escriben en las redes sociales, para darse cuenta de que el tráfico de personas, el abuso y la explotación laboral son un problema grave en este país al que llegan anualmente más de 750,000 extranjeros con permisos de trabajo, la mayoría de los cuales son latinoamericanas y trabajan en el sector agrícola.
Por Oscar Vigil
TORONTO. Se trata principalmente de las personas que trabajan en las granjas y campos agrícolas del país, de quienes siembran, cuidan y recogen las frutas y verduras, de trabajadores agrícolas mexicanos, guatemaltecos y salvadoreños, entre otras nacionalidades, que desde hace ya varias décadas se han convertido prácticamente en el alma de la industria agrícola de Canadá, explican los funcionarios del Centro Canadiense para Terminar con la Trata de Personas (CEHT), entidad que realizó la investigación.
Explican que pese a que muchas personas piensan lo contrario, realmente la gran mayoría de los trabajadores migrantes llegan a Canadá legalmente con un permiso de trabajador extranjero temporal. Y que es ya una vez que están aquí que los comienzan a explotar.
A menudo, estos trabajadores temporales viven en alojamientos deficientes que presentan riesgos para la salud, se ven obligados a trabajar más de lo que se les paga, se les retiene o reduce su salario, y sus empleadores confiscan sus pasaportes y otros documentos.
Anecdóticamente, casos similares se ven a diario en las paginas de Facebook, en grupos mayormente de mexicanos, en las cuales infinidad de personas se quejan de que los contratan por varios días, una semana o más, y que al final no les pagan. En su mayoría son recién llegados que no necesariamente tienen permisos de trabajo y que obviamente no conocen bien las leyes del país y son presas fáciles de los delincuentes.
El informe plantea que los cientos de miles de trabajadores migrantes que llegan a Canadá cada año vienen creyendo que esta es “una tierra de oportunidades”. Proporcionan a la nación una fuerza laboral esencial que alimenta la economía y esperan ser tratados de forma justa por sus empleadores. Y si bien muchos lo son, sigue el informe, un número creciente de trabajadores migrantes, particularmente aquellos que ayudan a cultivar y cosechar los alimentos, no lo son.
“El ochenta y cinco por ciento de los canadienses cree que los trabajadores migrantes vienen a Canadá en busca de mejores condiciones de vida y de trabajo; sin embargo, en realidad, muchos abandonan su país de origen solo para enfrentar falsas promesas, intimidación y abuso. El tráfico laboral es un problema grave en Canadá. Si bien cualquiera puede ser víctima de la trata laboral, los trabajadores migrantes corren un mayor riesgo debido a la situación migratoria precaria, el aislamiento y las barreras del idioma”, plantea la investigación.
Sin embargo, a pesar de la omnipresencia de la trata laboral, más de la mitad de los canadienses (55 por ciento) no creen o sabe que es un problema importante en Canadá, lo cual exacerba el problema.
“Las víctimas de la trata son atraídas a Canadá con promesas de trabajos bien remunerados y acceso a oportunidades para ellas y sus familias. Sin embargo, cuando llegan aquí, se ven obligadas a trabajar muchas horas en condiciones laborales inseguras y muy malas por poco o nada de dinero”, explica Julia Drydyk, Directora Ejecutiva del CEHT.
“Estos trabajadores a menudo no se dan cuenta de que tienen derechos. Muchos se sienten amenazados y aislados, por lo que hacen lo que se les dice. Sabemos que los canadienses quieren ayudar, el 93 por ciento de los canadienses apoyan el trato justo de los trabajadores migrantes, pero también sabemos que el 85 por ciento no sabe cómo hacer la diferencia. Ser capaz de identificar el tráfico laboral es el primer paso esencial para detenerlo”, agrega.
El informe destaca que el tráfico laboral puede ocurrir en casi cualquier industria, desde la construcción hasta la hospitalidad, pero que es más visible en el sector agrícola porque este emplea a la mayoría de los trabajadores extranjeros temporales, además de que los trabajadores agrícolas en general constituyen el 56 por ciento de esta fuerza laboral, seguidos por los trabajadores de viveros e invernaderos con un 15 por ciento.
También plantea que los trabajadores migrantes en la agricultura son más vulnerables a la explotación debido a las barreras del idioma y las condiciones de trabajo o de vida aisladas, así como que los traficantes de mano de obra, incluidos los reclutadores, contratistas, empleadores y otros, pueden obligar a las personas a trabajar en contra de su voluntad mediante el uso de la violencia, las amenazas, las mentiras y la ‘servidumbre por deudas’.
El 43 por ciento de los canadienses cree que el tráfico laboral requiere el contrabando ilegal de trabajadores a través de las fronteras. Otro 25 por ciento no sabe si ese es el caso, pero en realidad, muchas víctimas llegan a Canadá por vías legítimas, plantea el informe.
Aprovechando la celebración del Día Nacional de Concientización sobre la Trata de Personas el 22 de febrero, la organización comunitaria anunció el lanzamiento de una próxima campaña educativa dirigida a los trabajadores migrantes, la cual se lanzará en abril cuando comienza el trabajo estacional, y que busca ayudar a los trabajadores migrantes a comprender sus derechos.
Foto: Kilyan Sockalingum en Unsplash
CITA
“Estos trabajadores a menudo no se dan cuenta de que tienen derechos. Muchos se sienten amenazados y aislados, por lo que hacen lo que se les dice”, explica Julia Drydyk, Directora Ejecutiva del CEHT.
CIFRA
61%
de los canadienses no sabe que los trabajadores migrantes deben devolver una parte de su salario a su empleador para cubrir el costo de traerlos a Canadá, aunque esto sea ilegal.