Rodrigo Díaz M.
Un potente tranquilizante para animales que se ha ido infiltrando en las drogas callejeras de Estados Unidos ha ido apareciendo cada vez más en la oferta ilícita de opiáceos de Canadá, un fenómeno que tiene a los expertos “profundamente preocupados”.
La xilacina, un sedante y analgésico utilizado normalmente en medicina veterinaria para sedar a animales grandes como el ganado o los caballos, ha estado causando estragos en algunas partes de Estados Unidos, sobre todo en Filadelfia, donde se encontró en el 90% de las muestras de droga analizadas en la ciudad en 2021, según datos publicados por Substance Use Philadelphia.
La presencia de xilacina en opiáceos en los Estados Unidos provocó una advertencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en noviembre de 2022, en la que alertaba a los profesionales de la salud del “aumento de informes sobre efectos secundarios graves” del fármaco, conocido como “tranq”.
La Red Canadiense de Epidemiología Comunitaria sobre el Consumo de Drogas (CCENDU) emitió su propia alerta el pasado mes de julio identificando la presencia emergente de xilacina en un pequeño número de muestras de opiáceos analizadas en British Columia, Manitoba, Ontario, Quebec y Nova Scotia.
La droga comenzó a aparecer en el suministro no regulado de opioides de Canadá en septiembre de 2020, pero desde entonces su presencia en el suministro de fentanilo ha aumentado.
Las personas que han tomado fármacos que contienen xilacina pueden desarrollar úlceras cutáneas necróticas graves, según la FDA. Estas úlceras han provocado amputaciones entre algunos consumidores ellos Estados Unidos, según un informe publicado en el New York Times.
Alrededor del 5% de los opiáceos analizados recientemente en British Columbia contienen xilacina.
En algunos casos, puede que la xilacina no haya llegado a algunas provincias o territorios, pero también es cierto que las pruebas de detección de drogas, el seguimiento y la vigilancia varían en todo el país.
Otro factor que complica la identificación de su prevalencia es que la xilacina no se identifica fácilmente en los análisis toxicológicos rutinarios, por lo que puede quedarse sin detectar, según la FDA. Se necesitan técnicas de análisis adicionales para detectar la xilacina en muestras como la sangre o la orina.
Pero mientras que algunas personas pueden estar consumiendo fentanilo en la calle sin saber que la xilacina se ha cortado en ella como relleno, otras en realidad lo están buscando.
Los expertos y los trabajadores de primera línea han dado la voz de alarma por el aumento de la toxicidad y la imprevisibilidad del suministro de drogas en Canadá, debido a la creciente tendencia a mezclar opiáceos como el fentanilo y la heroína con otras drogas, como las benzodiacepinas y la xilacina.
La presencia de estos potentes sedantes en el suministro de opioides hace que la naloxona no sea tan eficaz, ya que este antídoto no funciona contra las benzodiacepinas ni contra la xilacina.