Rodrigo Díaz M.
En medio del creciente deseo de los gigantes de la comida rápida de automatizar sus procesos, se está probando en Fort Worth (Texas) el primer restaurante McDonald’s gestionado mayoritariamente por robots.
En este local no hay cajeros humanos a la vista. Incluso el propio local es más pequeño y no tiene asientos, diseñado para servir a la gente que quiere sus órdenes para llevar.
Al entrar, las cajas registradoras digitales toman los pedidos de los clientes y los robots empujan la comida sobre cintas transportadoras en zonas designadas para recogerla.
Los clientes pueden pedir a través del autoservicio, la aplicación móvil de la empresa o los quioscos de pantalla táctil de la tienda.
En países asiáticos, como Japón, ya existen cientos de hoteles y restaurantes que utilizan sistemas automatizados para servir a sus clientes.
Un portavoz de McDonald’s dijo a The Guardian que, aunque la nueva tienda está muy tecnificada, “no está totalmente automatizada”. Sigue habiendo trabajadores humanos en el restaurante, aunque la interacción entre clientes y empleados humanos es muy limitada.
El portavoz afirmó que existe “tecnología mejorada” que permite “al equipo del restaurante empezar a preparar los pedidos de los clientes cuando están cerca del restaurante”. Esto es ideal para los pedidos de McDonald’s recogidos por mensajeros de reparto, o para los clientes que hayan hecho el pedido a través de la aplicación móvil.
McDonald’s dijo que el objetivo de la ubicación de prueba es servir a los clientes con mayor rapidez y precisión.
A pesar del entusiasmo de la empresa por la nueva ubicación automatizada, mucha gente está preocupada con lo que la automatización de servicios de este tipo puede causar en el mercado laboral.
En Texas, los trabajadores con salario mínimo, como los que emplea McDonald’s, ganan 7,25 dólares (9,87 dólares canadienses) la hora. El salario digno en Texas es de 16,41 dólares la hora.
Muchas personas en las redes sociales consideraron que la automatización es una forma de que los gigantes de la comida rápida eviten pagar salarios más altos a sus empleados, una petición que llevan haciendo los trabajadores de McDonald’s desde hace años.
En el sector de la restauración, los robots se han diseñado para realizar tareas repetitivas y sobresalir en ámbitos en los que la escasez de mano de obra limita la capacidad de producción de la cadena de suministro.
Un estudio del Instituto de Estudios Políticos de 2021 reveló que McDonald’s era una de las 300 empresas con los salarios promedios de los trabajadores más bajos en los Estados Unidos.