Rodrigo Díaz M.
El Banco de Canadá subió hoy 50 puntos básicos su tasa de interés de referencia (0,50%), lo que la lleva hasta el 4,25%.
Esta es la séptima subida de la tasa de interés referencial en solo nueve meses. La última vez que la tasa de interés oficial del Banco de Canadá fue tan alta, fue en enero del 2008.
Se esperaba que el Banco de Canadá subiera su tasa de interés en 50 o 25 puntos, pero la mayoría de los expertos financieros estaba segura de que sería un aumento de 50 puntos.
Los observadores del mercado estarán atentos al lenguaje del banco central para saber si cabe esperar más subidas de tipos.
El Banco de Canadá empezó a subir los tipos de interés en marzo en respuesta al rápido aumento de la inflación.
Tras alcanzar un máximo del 8,1% en julio, la tasa de inflación anual se ha ralentizado hasta el 6,9% en octubre.
Antes del aumento de hoy, la tasa de interés de los préstamos del banco se situaba en el 3,75%, pero los economistas esperaban que los responsables políticos del banco anuncien una subida de 25 o 50 puntos.
Esta es la sexta subida de tipos del banco en el 2022, lo que supone un aumento de cuatro puntos porcentuales en el periodo más agresivo de subidas desde que se establecieron los objetivos de inflación en la década de los 90.
Técnicamente, la tasa de interés del banco central es la cantidad que se cobra a los bancos por los préstamos a corto plazo, pero tiende a repercutir en los consumidores y las empresas, modificando los intereses que ofrecen esos bancos en productos como las cuentas de ahorro y las hipotecas.
En igualdad de condiciones, un banco central sube las tasas de interés cuando quiere enfriar una economía recalentada con una inflación elevada, encareciendo los préstamos, cuando quiere estimular la economía, animando a la gente a endeudarse para gastar e invertir e impulsar la economía.
Después de caer por debajo de cero en los primeros días de la pandemia y permanecer inactiva durante gran parte de 2020, la inflación volvió a rugir en el 2021, ya que la demanda reprimida aumentó la cantidad que los consumidores estaban dispuestos a gastar.
El año pasado por estas fechas, los banqueros centrales de todo el mundo seguían confiando en que las tasas de inflación del doble del nivel normal eran “transitorias”, o temporales, y que no merecía la pena preocuparse por ellas, ya que desaparecerían por sí solas.
Los acontecimientos posteriores demostraron que no era así, y desde entonces los bancos centrales se han afanado por ponerse al día tomando las medidas necesarias.
Tras alcanzar un máximo del 8,1% en verano, la tasa oficial de inflación de Canadá ha ido bajando progresivamente, pero con un 6,9%, sigue siendo más de tres veces superior al 2% que se ha fijado como objetivo el banco central.
Por eso, a pesar de haber provocado ya un enfriamiento del mercado inmobiliario y suscitado el temor a una recesión más amplia, el banco central sigue viéndose obligado a subir las tasas de interés.
Se espera que el Banco de Canadá anuncie otro aumento de la tasa de interés de referencia a principios del año que viene, entre enero y febrero.