Rodrigo Díaz M.
El sistema de cohete y cápsula New Shepard desarrollado por el multimillonario estadounidense Jeff Bezos ha tenido que abortar una misión en pleno vuelo sobre el desierto de Texas.
El cohete experimentó lo que parecía ser un fallo de propulsión aproximadamente un minuto después de abandonar la plataforma de lanzamiento.
Un motor empujó la cápsula, lo que le permitió regresar suavemente a tierra con la ayuda de paracaídas.
El New Shepard regularmente transporta personas, pero en esta ocasión la única carga útil era un lote de experimentos de gravedad cero.
El incidente se produjo a una altitud de poco más de 8,5 kilómetros mientras los vehículos se desplazaban hacia arriba a 1.120 kilómetros por hora.
El sistema está diseñado para detectar problemas en el cohete propulsor y alejar la cápsula a una distancia segura.
La Dra. Erika Wagner, directora de la empresa espacial Blue Origin de Bezos, estaba haciendo los comentarios durante el vuelo por Internet.
“Parece que hemos experimentado una anomalía con el vuelo de hoy”, dijo La Dra. Erika Wagner, directora de la empresa espacial Blue Origin de Jeff Bezos, poco después de la separación de la cápsula del cohete impulsor.
Esta fue la misión 23 de New Shepard desde su primer uso en 2015.
En julio de 2021, en la decimosexta salida del sistema, comenzó a transportar personas en saltos cortos por encima de la atmósfera. La tripulación en esa ocasión incluía al propio Jeff Bezos y a su hermano, Mark.
El vuelo 18 ganó la atención internacional cuando transportó al actor de la película Star Trek, William Shatner, a lo alto.
La misión del lunes no llevaba tripulación. La cápsula transportaba 36 cargas útiles procedentes de instituciones académicas y de investigación, así como de estudiantes de todo el mundo, pagadas en gran parte por la agencia espacial estadounidense NASA.
El objetivo de estos experimentos era aprovechar las particulares condiciones de ingravidez que se experimentan en el apogeo rutinario de la cápsula, de algo más de 100 kilómetros.
Si hubiese habido personas a bordo durante el aborto, habrían experimentado una fuerte sacudida en el momento de la separación, pero nadie hubiese salido herido en el aterrizaje.
La Administración Federal de Aviación (FAA), que autoriza los vuelos espaciales comerciales en los Estados Unidos, dijo que investigaría el incidente. “Antes de que el vehículo New Shepard pueda volver a volar, la FAA determinará si algún sistema, proceso o procedimiento relacionado con el percance afectó a la seguridad pública. Esta es la práctica habitual en todas las investigaciones de percances”, decía su comunicado.