Rodrigo Díaz M.
Las muertes causadas por las inundaciones generalizadas en Pakistán superaron las mil desde mediados de junio, según informaron las autoridades el domingo, mientras el ministro del clima del país calificaba la mortífera temporada de monzones como “una grave catástrofe climática”.
Las inundaciones repentinas provocadas por las fuertes lluvias han arrasado pueblos y cultivos mientras los soldados y el personal de rescate evacuaban a los residentes varados a la seguridad de los campamentos de emergencia y proporcionaban alimentos a miles de pakistaníes desplazados.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán informó que el número de muertos desde que la temporada de monzones comenzó antes de lo normal este año, a mediados de junio, ascendía a 1.061 personas, tras registrarse nuevas víctimas mortales en distintas provincias.
Sherry Rehman, senadora pakistaní y máxima responsable de la acción climática en el país, dijo en un vídeo publicado en Twitter que Pakistán está viviendo una “grave catástrofe climática, una de las más duras de la década”.
“Nos encontramos en estos momentos en la zona cero de la primera línea de los fenómenos meteorológicos extremos, en una cascada incesante de olas de calor, incendios forestales, inundaciones repentinas, desbordamientos de múltiples lagos glaciares, eventos de inundación y ahora el monzón monstruoso de la década está causando estragos sin parar en todo el país”, dijo. La declaración ante la cámara fue retuiteada por el embajador del país ante la Unión Europea.
Las inundaciones del río Swat afectaron durante la noche a la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, donde decenas de miles de personas, sobre todo en los distritos de Charsadda y Nowshehra, han sido evacuadas de sus casas a campamentos de emergencia instalados en edificios gubernamentales.
Muchos también se han refugiado en los bordes de las carreteras, dijo Kamran Bangash, un portavoz del gobierno provincial.
Bangash explicó que unas 180 mil personas han sido evacuadas de Charsadda y 150 mil de los pueblos del distrito de Nowshehra.
La temporada de monzones sin precedentes ha afectado a las cuatro provincias del país. Casi 300 mil casas han quedado destruidas, numerosas carreteras han quedado intransitables y los cortes de electricidad han sido generalizados, afectando a millones de personas.
El gobierno ha desplegado soldados para ayudar a las autoridades civiles en las operaciones de rescate y ayuda en todo el país. El ejército pakistaní también dijo en un comunicado que trasladó por aire a un grupo de 22 turistas atrapados en un valle del norte del país para ponerlos a salvo.
El primer ministro, Shabaz Sharif, visitó a las víctimas de las inundaciones en la ciudad de Jafferabad, en Baluchistán. Prometió que el gobierno proporcionaría viviendas a todos los que habían perdido sus hogares.
El Papa Francisco dijo el domingo que quería asegurar su “cercanía a las poblaciones de Pakistán golpeadas por inundaciones de proporciones desastrosas”. Durante una peregrinación a la ciudad italiana de L’Aquila, afectada por un mortífero terremoto en 2009, el Papa dijo que rezaba “por las numerosas víctimas, por los heridos y los evacuados, y para que la solidaridad internacional sea rápida y generosa”.