Rodrigo Díaz M.
El grupo de trabajo federal creado para mejorar los retrasos en los servicios afirma que, tras pasar el verano abordando las largas filas y tiempos de espera que sufren los canadienses en los aeropuertos, las oficinas de pasaportes y las solicitudes de inmigración, la situación está empezando a mejorar, pero “aún no estamos fuera de peligro”.
“Queda mucho trabajo por hacer y, en algunos casos, no estamos a la altura del nivel de servicio que se prestaba antes de la pandemia que los canadienses esperan y merecen”, dijo el copresidente del grupo de trabajo, el ministro de relaciones con la corona e Indígenas, Marc Miller, durante una rueda de prensa.
Al presentar una actualización de los progresos realizados hasta la fecha, el gobierno destacó las mejoras, que incluyen
- La contratación de más de 700 nuevos empleados para las oficinas de tramitación de pasaportes.
- La reducción de los tiempos de espera en el centro de llamadas de pasaportes.
- La contratación de 1.800 funcionarios más para los controles de seguridad en los aeropuertos
- La reducción de los retrasos y cancelaciones de vuelos.
- La contratación de 1.250 nuevos empleados para hacer frente a los retrasos y aumentar la tramitación de las solicitudes de inmigración.
Miller reconoció que la situación vivida por la gente en Canadá esta primavera y principios del verano “nunca debería haber ocurrido”, y que en algunas áreas los liberales federales fueron “lentos en responder”.
Al evaluar lo que provocó esta crisis en la prestación de servicios, la copresidenta del grupo de trabajo, la ministra de la mujer e igualdad de género y juventud, Marci Ien, admitió que esto era el resultado de una demanda que superaba con creces la capacidad de respuesta del gobierno federal. Es una situación que también se está dando en otros países, añadió.
Ien citó como factores agravantes un aumento “sin precedentes” de los viajes de los canadienses; el impacto de tener que ajustarse a las restricciones de los viajes internacionales y al cierre de las fronteras; y la reducción de la capacidad de procesamiento de todo el gobierno durante la pandemia.
Sin embargo, Miller dijo que el gobierno no busca culpar a terceros, ya sea a las aerolíneas o a otros eventos globales sin precedentes como la guerra en Ucrania que presionan las demandas de servicios del gobierno, porque “gran parte de la responsabilidad recayó sobre nuestros hombros”.
“Hay mucho trabajo por hacer, y hay que mirar hacia dentro, ver cómo podemos volver a poner en marcha la maquinaria del gobierno y alcanzar un nivel de servicio óptimo y luego mirar a largo plazo en cuanto a lo que tenemos que hacer para arreglar el problema, ya sean sistemas antiguos que no se han actualizado durante décadas o ya sea contratar a aún más gente”, dijo Miller.
A finales de junio, el primer ministro Justin Trudeau anunció la creación de este grupo de trabajo, un comité compuesto por 10 ministros del gabinete, al reconocer los “inaceptables” tiempos de espera y retrasos que los canadienses han estado experimentando en los aeropuertos, con las solicitudes de pasaporte e inmigración.
El primer ministro encargó al grupo que revisara la prestación de servicios, identificara las deficiencias y las áreas de posible mejoría, y formulara recomendaciones para optimizar la calidad y la eficiencia de los servicios gubernamentales.
El grupo de trabajo se ha reunido 10 veces desde que fue creado, y ha ido introduciendo cambios en el camino, pero también hará recomendaciones al primer ministro a través del gabinete.
“Eso es lo que inevitablemente dará lugar a las mejoras que los canadienses se merecen”, dijo Miller.