Susana Donan
Una recesión puede parecer un momento inestable para comprar una vivienda. Los precios de las viviendas parecen subir y bajar de un momento a otro.
Sin embargo, si es lo suficientemente inteligente, esta puede ser su mejor opción para encontrar una buena oferta. Aquí están las ventajas y las desventajas de comprar una casa durante una recesión, y todo lo que esto implica.
¿Qué es una recesión?
Una recesión se define tradicionalmente como trimestres consecutivos de crecimiento económico negativo. Antes de declarar una recesión, el gobierno federal espera al segundo trimestre (Q2) financiero.
En épocas recientes, con el comienzo de la pandemia del COVID-19, cuando se avecinaba el colapso económico, parecía inevitable un número sin precedentes de quiebras de empresas y solicitudes de desempleo. En ese momento, una recesión era casi una garantía, y una nueva recesión posterior (así como las fluctuaciones del mercado de la vivienda) eran muy probables debido a las perturbaciones del mercado.
¿Es una recesión un buen momento para comprar una casa?
Históricamente, los expertos han hecho un mal trabajo prediciendo futuras caídas del mercado de la vivienda. Durante la mayor parte de 2020 y 2021, por ejemplo, los costes de la vivienda aumentaron drásticamente; sin embargo, el gobierno federal subió entonces la tasa de interés referencial, cambiando los hábitos de los compradores y depreciando los precios de las viviendas.
El aumento de la tasa de interés obliga a los compradores de vivienda a ahorrar dinero en la compra de la misma en la medida de lo posible. Por lo general, la compra de una vivienda durante una recesión puede suponer una mejor oferta.
La razón es que aumenta el número de propietarios o embargados que se ven obligados a vender sus propiedades para seguir siendo financieramente viables. Esto hace que haya más propiedades disponibles en el mercado y que bajen los precios de la vivienda. Pero como la actual recesión relacionada con el COVID-19 es única, cada potencial comprador de vivienda se encuentra en una situación financiera algo inédita.
Por ejemplo, si trabaja en el sector del turismo o la hostelería, su situación financiera será muy diferente a la de alguien que pueda trabajar desde casa y ganar un sueldo regular y estable sin interrupciones.
¿Qué impacto tiene una recesión en el precio de una vivienda?
Las recesiones suelen depreciar los precios en casi todos los mercados, y el mercado inmobiliario no es una excepción. Las malas condiciones económicas suelen significar que hay menos compradores potenciales de viviendas con ingresos disponibles.
Cuando la demanda de propiedades cae, los precios de las viviendas le siguen y los ingresos generados por el sector inmobiliario se estancan. Este escenario es común, pero no deja de ser una regla general.
También es posible que durante una recesión los precios de las viviendas no suban ni bajen en lo absoluto, sino que experimenten volatilidad en cualquier dirección.
Las ventajas de comprar una casa durante la recesión
No se preocupe. Hay ventajas de comprar una vivienda durante una recesión. A continuación, se enumeran algunas ventajas concretas para tener en cuenta:
– Precios más bajos. Suele haber menos compradores de vivienda durante una recesión, lo que significa que las propiedades permanecen en el mercado durante más tiempo. También significa que los vendedores son más propensos a bajar sus precios de venta, haciendo que su propiedad sea más fácil de vender. Este escenario podría significar que usted encuentre la casa de sus sueños con una oferta afortunada en una subasta.
– Tasa de interés hipotecaria más baja. Durante una recesión, es habitual que se baje la tasa de interés de referencia como forma de estimular la economía. Los principales bancos suelen hacer lo mismo, incluso bajando las tasas hipotecarias. Esto significa que, con una tasa de interés hipotecaria más baja, acabará pagando menos por su casa a largo plazo. También es probable que le suponga un ahorro importante, dependiendo de lo bajo que sea el interés de hipoteca.
– Concesiones del vendedor. Una propiedad que permanece en el mercado durante mucho tiempo suele poner nerviosos a los vendedores. Puede aprovecharte de ello solicitando concesiones, como pedir al vendedor que pague los gastos del cierre de la venta.
Las desventajas de comprar una casa durante la recesión
Comprar una casa durante la recesión también tiene sus desventajas. Algunas de las cosas que debe de tener en cuenta cuando se decida a comprar una vivienda en plena recesión son:
– Incertidumbre laboral. Durante las recesiones típicas, las tasas de desempleo pueden dispararse, con muchos puestos de trabajo en el tajo, o al menos en peligro de recortes. Como demostró la pandemia del COVID-19 con el sector de la hostelería, su situación laboral puede cambiar rápidamente. También es importante tener en cuenta que la hipoteca es uno de los muchos costes que conlleva ser propietario de una vivienda. Para evitar una situación en la que se vea forzado a una ejecución hipotecaria, asegúrese ante todo de que tiene seguridad laboral.
– Los bancos son menos propensos a prestar dinero. La incertidumbre económica puede afectar al trabajo de cualquiera, y los bancos lo entienden. Por miedo a tener que ejecutar su casa, los prestamistas son menos propensos a aprobar hipotecas en este entorno económico.
– Problemas con el título. Los problemas de titularidad podrían afectar a la compra de su propiedad si los actuales propietarios a los que está comprando se endeudan excesivamente. Por este motivo, es importante asegurarse de que la compañía de títulos realiza una búsqueda exhaustiva.
– Posible dificultad para vender su casa. Vender durante una recesión podría ser un problema si necesita vender su casa actual antes de comprar una nueva. Debido a la recesión, podría obtener menos dinero del que esperaba, o su casa podría perder peso en el mercado, dependiendo de su ubicación.