Rodrigo Díaz M.
Cuarenta y seis personas, que se cree que son inmigrantes, fueron encontradas muertas en la parte trasera de un remolque de un camión de carga en una carretera remota secundaria en la zona rural de San Antonio, Texas, el lunes por la noche, según las autoridades policiales de Texas.
Otras 16 personas, entre ellas cuatro niños, fueron encontradas con vida y trasladadas a hospitales con síntomas relacionadas con exposición prolongada al calor extremo. Siete de estas personas murieron en el hospital.
“Estaban sufriendo por la exposición a las altas temperaturas y agotamiento”, dijo el jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood. “Era un camión frigorífico, pero no había ninguna unidad de aire acondicionado visible que estuviese en funcionamiento”.
Según confirmaron las autoridades, no habría ningún niño entre las personas que se encontraron fallecidas.
Un trabajador de la ciudad que se encontraba en el lugar de los hechos fue alertado de la situación por un grito de auxilio el lunes por la noche, dijo el jefe de policía William McManus. Los agentes llegaron y encontraron un cuerpo en el suelo fuera del camión y sus puertas traseras parcialmente abiertas, dijo.
Los pacientes trasladados al hospital estaban calientes al tacto y deshidratados, y no se encontró agua en el remolque, dijo.
Tres personas fueron detenidas, pero no estaba claro si estaban absolutamente relacionadas con el tráfico de personas, dijo McManus.
Las personas que se encontraban en el remolque formaban parte de un presunto intento de contrabando de inmigrantes hacia Estados Unidos, y la investigación estaba siendo dirigida por las Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, tuiteó un artículo de prensa sobre el descubrimiento mientras culpaba a las políticas de inmigración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“Estas muertes son culpa de Biden”, escribió el gobernador. “Son el resultado de sus mortales políticas de fronteras abiertas. Muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley”.
El Washington Post, citando a funcionarios de las fuerzas del orden que hablaron de forma anónima antes de que la información fuera confirmada públicamente, dijo que el camión fue encontrado por agentes de Investigaciones de Seguridad Nacional, una rama del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos que se ocupa de los casos de tráfico de personas.
Los agentes de la policía de San Antonio habrían estado ya buscando al conductor del camión, que se cree que abandonó el vehículo. McManus no dijo si el conductor estaba entre las tres personas detenidas.
Se cree que todas las víctimas entraron ilegalmente en Estados Unidos desde México y que fueron llevadas al norte tras cruzar la frontera, que se encuentra a unos 225 kilómetros de donde se encontró el camión.
El ministro de asuntos exteriores de México, Marcelo Ebrard, dijo que el cónsul mexicano estaba de camino al lugar del hallazgo, aunque señaló que aún se desconocían las nacionalidades de las víctimas. Dijo que dos guatemaltecos estaban entre los hospitalizados.
El hallazgo es uno de los peores casos de muertes de inmigrantes de los últimos años, y se produce en medio de un aumento de la inmigración ilegal hacia Estados Unidos a través de su frontera sur.
Las últimas cifras de la Patrulla Fronteriza y de Aduanas de los Estados Unidos muestran que las detenciones de inmigrantes en la frontera sur en mayo aumentaron a los niveles más altos jamás registrados, con casi 240 mil personas detenidas ese mes.
Mientras que el año pasado se batió un nuevo récord con 1,73 millones de detenciones, la agencia va camino de superar los 2 millones en el actual ejercicio fiscal.
Los cruces ilegales de la frontera han provocado miles de muertes. Diez migrantes murieron en 2017 tras quedar atrapados dentro de un camión que estaba estacionado en un Walmart de San Antonio. En 2003, 19 migrantes fueron encontrados sofocados en camión al sureste de San Antonio.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó de 557 muertes en la frontera suroeste en el período de 12 meses que finalizó el 30 de septiembre, más del doble de las 247 muertes reportadas el año anterior y la más alta desde que comenzó a llevar un registro en 1998. La mayoría están relacionadas con la exposición prolongada al calor extremo.