Rodrigo Díaz M.
La invasión rusa a Ucrania ha llevado a varios países de primer mundo a prestarle ayuda a Ucrania, siendo Estados Unidos el país que más armamento de guerra le ha otorgado al país europeo.
Estados Unidos ya ha proporcionado a Ucrania unos siete mil misiles Javelin, incluidos algunas que se entregaron durante la administración Trump, aproximadamente un tercio de su arsenal, según un análisis de Mark Cancian, asesor principal del programa de seguridad internacional del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
El gobierno de Biden dice que ha entregado unos 5.500 a Ucrania desde la invasión rusa hace más de dos meses. Los analistas también calculan que Estados Unidos ha enviado a Ucrania alrededor de una cuarta parte de sus existencias de lanzamisiles de hombro Stinger.
El director general de Raytheon Technologies, Greg Hayes, dijo a los inversores la semana pasada durante una llamada trimestral que su empresa, que fabrica el sistema de armas, no podría aumentar la producción hasta el próximo año debido a la escasez de piezas.
Hayes explico que los Stingers y las Javelins eran donde “estaban viendo los problemas de inventario más significativos”, y la producción de ambos armamentos ha sido limitada en los últimos años.
La invasión rusa ofrece a la industria de defensa estadounidense y europea una gran oportunidad de mejorar su estatus e incrementar sus ingresos, ya que los legisladores, desde Washington hasta Varsovia, están dispuestos a aumentar el gasto en defensa en respuesta a la agresión rusa.
Sin embargo, los contratistas privados de defensa se enfrentan a los mismos retos de la cadena de suministro y la escasez de mano de obra que otros fabricantes, junto con algunos otros que son específicos de la industria.
El gasto militar de Estados Unidos y de todo el mundo estaba aumentando incluso antes de la invasión rusa del 24 de febrero. El presupuesto propuesto por Biden para 2023 pretendía destinar 773 billones de dólares al Pentágono, un aumento anual de aproximadamente el 4%.
A nivel mundial, el gasto militar total aumentó un 0,7%, según un informe de abril del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Rusia ocupó el quinto lugar, ya que su gasto en armas aumentó antes de su invasión de Ucrania.
La guerra supondrá un aumento de las ventas para algunos contratistas de defensa, como Raytheon, que fabrica los misiles Stinger que las tropas ucranianas han utilizado para derribar aviones rusos. La compañía también forma parte de una empresa conjunta con Lockheed Martin que fabrica los Javelins.
Estados Unidos ha hecho un notable esfuerzo para trasladar armamento a Europa del Este para la lucha de Ucrania. Desde la Base Aérea de Dover, en Delaware, los aviadores estadounidenses han llevado a cabo cerca de 70 misiones para entregar unas 2000 toneladas en Javelins, Stingers, obuses de 155 mm, cascos y otros elementos esenciales a Europa del Este desde febrero.
El ligero pero letal Javelin ha ayudado a los ucranianos a infligir grandes daños al ejército ruso, más numeroso y mejor equipado. Como resultado, el arma ha adquirido una consideración casi mítica entre las tropas ucranianas.
El director general de Lockheed Martin, James Taiclet, dijo en una reciente entrevista en la CNBC que la demanda de los misiles Javelin y otros sistemas de armas aumentaría ampliamente con el tiempo debido a la invasión rusa y que la compañía estaba trabajando para aumentar su producción.
“Tenemos la capacidad de satisfacer las demandas actuales de producción, estamos invirtiendo en una mayor capacidad y estamos explorando formas de aumentar aún más la producción según sea necesario”, dijo Lockheed Martin en un comunicado.
Los funcionarios del Pentágono se reunieron recientemente con algunos de los principales contratistas de defensa, como Lockheed Martin, Raytheon, Boeing, General Dynamics, BAE Systems y Northrop Grumman, para discutir los esfuerzos para aumentar la producción.