Rodrigo Díaz M.
La Cámara de los Comunes de Canadá votó ayer en la tarde por unanimidad para reconocer como genocidio la carnicería y la brutalidad del presidente ruso Vladimir Putin durante la invasión a Ucrania.
La diputada del NDP, Heather McPherson, presentó una moción en busca de apoyo para esa propuesta tras el periodo de preguntas, y los diputados de todos los partidos votaron a favor.
Esta moción no es vinculante y no tiene consecuencias directas en el marco del derecho internacional más amplio, donde la definición la establecen las Naciones Unidas y su Tribunal Penal Internacional.
Ninguna de estas instancias ha reconocido formalmente las atrocidades cometidas por Rusia como genocidio, aunque en las últimas semanas se han iniciado investigaciones al respecto en medio de la protesta mundial, ya que la retirada de Rusia de las zonas del centro de Ucrania deja al descubierto un rastro de sufrimiento y brutalidad.
La moción de McPherson pedía a la Cámara de los Comunes que “reconozca que la Federación Rusa está cometiendo actos de genocidio contra el pueblo ucraniano”.
Al aprobar la moción, la Cámara de los Comunes también reconocía que “hay pruebas claras y abundantes de que las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, dirigidas por el presidente Vladimir Putin y otros miembros del parlamento ruso, están cometiendo crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad de forma sistemática contra el pueblo de Ucrania”.
Esos crímenes reconocidos por la Cámara de los Comunes incluyen “atrocidades a gran escala”, “casos sistemáticos de asesinatos deliberados de civiles ucranianos y profanación de cadáveres”, “traslado forzoso de niños ucranianos al territorio ruso” y “tortura e imposición de condiciones de vida que causan graves sufrimientos”.
También reconoció “casos generalizados de daños físicos, daños mentales y violaciones”.