Rodrigo Díaz M.
Es posible que la transmisión comunitaria del COVID-19 haya alcanzado su punto máximo, pero las nuevas predicciones de la mesa científica de Ontario advierten de que es “probable que la ocupación hospitalaria siga aumentando durante algún tiempo” y que podría acercarse a los niveles experimentados durante el pico de la quinta ola de la pandemia el pasado invierno.
El grupo de científicos y epidemiólogos que asesora al gobierno de Ford en su respuesta a la pandemia ha hecho públicas nuevas proyecciones, que sugieren que el número de personas en Ontario hospitalizados con COVID-19 podría superar los tres mil en mayo en el escenario más probable.
Los científicos dicen que en un escenario más pesimista es posible que más de cuatro mil personas sean hospitalizadas con COVID-19 para mayo, acercándose al pico alcanzado a mediados de enero, cuando 4.183 personas con COVID-19 fueron hospitalizadas.
También se proyecta que el número de pacientes con COVID-19 que ocupan camas en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) aumentará, pero que el pico final será probablemente menor que durante la quinta ola de la pandemia, alimentada por la variante Omicron.
El escenario más probable sería el de unos 500 pacientes en cuidados intensivos con COVID-19 en mayo. El peor escenario, por su parte, vería a más de 600 personas en la UCI con COVID-19 para mayo. En enero, el número de personas en la UCI alcanzó un máximo de 626.
“Realmente tenemos mucha incertidumbre y no estamos completamente seguros de cómo se desarrollará esto”, dijo el Dr. Peter Jüni, director científico de la mesa.
Las últimas proyecciones pintan un panorama mucho más alarmante que el modelo publicado por la mesa el mes pasado, que estimaba que habría unos 800 pacientes con COVID-19 en el hospital para mayo, así como otros 300 en la UCI.
Sin embargo, eso fue antes de que Ontario levantara el mandato del uso obligatorio de las mascarillas en la mayoría de los entornos, junto con una serie de otras restricciones de salud pública.
También fue anterior a que la subvariante BA.2, más infecciosa, se convirtiera en la dominante en Ontario, lo que la tabla científica estima ahora que ocurrió en algún momento alrededor del 10 de marzo.
En una presentación que acompañaba a las últimas cifras, la mesa científica afirmaba que el uso de mascarillas en espacios cerrados “reducirá sustancialmente el riesgo de contraer y propagar el COVID-19” y señalaba que los “beneficios comunitarios del enmascaramiento son más pronunciados cuando se adopta de forma generalizada en espacios públicos, escuelas y lugares de trabajo”.
La buena noticia es que el ritmo del aumento, al menos hasta ahora, no es tan pronunciado como en enero, cuando los hospitales se vieron obligados a cancelar cirugías y procedimientos electivos durante unas tres semanas.
La mesa científica estimó que entre 4,5 y seis millones de personas en Ontario han contraído el COVID-19 desde el 1 de diciembre, lo que supone al menos un tercio de la población de la provincia.
El número de infecciones probablemente tendrá un impacto a largo plazo en el sistema sanitario, ya que, según las estimaciones más optimistas, el 10% de las personas no vacunadas que contraen el virus acaban desarrollando el denominado COVID largo, con síntomas que pueden durar por mucho más tiempo de lo normal.
“Es probable que esto tenga un impacto importante en la economía, el sistema sanitario y la sociedad durante los próximos años”, advierte el cuadro.