Rodrigo Díaz M.
Según un informe de la ONU publicado recientemente, el calentamiento global y los cambios en los patrones climáticos del planeta hacen prever que en las próximas décadas se produzcan más incendios forestales en amplias zonas del planeta, lo que provocará un aumento de la contaminación por humo nocivo para la salud y otros problemas que los gobiernos no están preparados para afrontar.
Según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el oeste de Estados Unidos, el norte de Siberia, el centro de la India y el este de Australia ya están sufriendo más incendios, y la probabilidad de que se produzcan incendios forestales catastróficos en todo el mundo podría aumentar en 33% de aquí a 2050 y en más del 50% para finales de siglo.
Las zonas que antes se consideraban a salvo de los grandes incendios no serán inmunes, incluido el Ártico.
Los bosques tropicales de Indonesia y el sur del Amazonas de Sudamérica también son susceptibles de sufrir un aumento de los incendios forestales, concluye el informe.
“Los incendios incontrolables y devastadores se están convirtiendo en una parte esperada de los calendarios estacionales en muchas partes del mundo”, dijo Andrew Sullivan, de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth en Australia, uno de los autores del informe.
El informe describe un ciclo de empeoramiento: El cambio climático trae consigo más sequías y temperaturas más altas que facilitan el inicio y la propagación de los incendios, y a su vez esas llamas liberan a la atmósfera más carbono que acelerarían el calentamiento global.
Según Glynis Humphrey, de la Universidad de Ciudad del Cabo, coautora del informe, en algunas zonas de África los incendios forestales están disminuyendo, en parte porque se está dedicando más tierra a la agricultura.
Pero los investigadores de la ONU afirman que muchos países siguen dedicando demasiado tiempo y dinero a la lucha contra los incendios y no lo suficiente en su prevención. Según el informe, los cambios en el uso del suelo pueden agravar los incendios, como la tala de árboles que deja restos que pueden arder con facilidad y los bosques que se incendian intencionadamente para despejar el terreno para la agricultura.
Las comunidades pobres suelen ser las más afectadas por los incendios, que pueden degradar la calidad del agua, destruir los cultivos y reducir la tierra disponible para cultivar alimentos.
En Estados Unidos, las autoridades anunciaron recientemente un esfuerzo de 50 billones de dólares para reducir el riesgo de incendios durante la próxima década. Sin embargo, la administración del presidente Joe Biden hasta ahora sólo ha distribuido una pequeña parte de los fondos previstos en el plan.
Los investigadores de la ONU también pidieron una mayor concienciación sobre los peligros de la inhalación del humo de los incendios forestales, que puede afectar a decenas de millones de personas cada año, ya que el humo causado por los grandes incendios forestales se desplaza miles de kilómetros a través de las fronteras internacionales.