Rodrigo Díaz M.
Yakarta está congestionada, contaminada, es propensa a los terremotos y se hunde rápidamente en el mar de Java. Ahora el gobierno de Indonesia está trasladando la capital del país a la isla de Borneo.
El presidente Joko Widodo concibe la construcción de una nueva capital como la panacea para los problemas que aquejan a Yakarta, reduciendo su población y permitiendo al mismo tiempo que el país comience de nuevo con una “ciudad sostenible” que cuente con un buen transporte público, esté integrada en su entorno natural y se encuentre en una zona no propensa a los desastres naturales.
“La construcción de la nueva capital no es un mero traslado físico de las oficinas del gobierno”, dijo Widodo antes de que el Parlamento aprobara el plan. “El objetivo principal es construir una nueva ciudad inteligente, una nueva ciudad que sea competitiva a nivel mundial, construir una nueva locomotora para la transformación de una Indonesia basada en la innovación y la tecnología basada en una economía verde”.
Sin embargo, los escépticos se preocupan por el impacto medioambiental de construir una ciudad de 256 mil hectáreas en la provincia de Kalimantan Oriental, en Borneo, donde viven orangutanes, leopardos y otros animales salvajes, así como por el hecho de destinar 34 billones de dólares a este ambicioso proyecto en medio de una pandemia mundial.
Propuesto por primera vez en 2019, el plan de Widodo para establecer la ciudad de Nusantara (un antiguo término javanés que significa “archipiélago”) implicará la construcción de edificios gubernamentales y viviendas desde cero.
Las estimaciones iniciales eran que alrededor de 1,5 millones de funcionarios se trasladarían a la ciudad, a unos dos mil kilómetros al noreste de Yakarta, aunque los ministerios y las agencias gubernamentales aún están trabajando para concretar esa cifra.
Se ubicará en las proximidades de Balikpapan, un puerto marítimo de Kalimantan Oriental con una población de unos 700 mil habitantes.
Indonesia es una nación archipiélago con más de 17 mil islas, pero actualmente el 54% de los más de 270 millones de habitantes del país viven en Java, la isla más poblada del país y donde se encuentra Yakarta, donde viven unas 10 millones personas.
Se ha descrito como la ciudad que se hunde más rápidamente del mundo y, al ritmo actual, se calcula que un tercio de la ciudad podría quedar sumergida para 2050. La causa principal es la extracción incontrolada de agua subterránea, pero se ha visto agravada por la subida del mar de Java debido al cambio climático.
Además, su aire y sus aguas subterráneas están muy contaminados, se inunda regularmente y sus calles están tan atascadas que se calcula que la congestión cuesta a la economía 4.5 billones de dólares al año.
Con la construcción de una nueva capital, Indonesia seguirá el mismo camino que otros países, como Pakistán, Brasil y Myanmar.
La idea es que la zona central del gobierno esté terminada para 2024. Los planes actuales son que unos ocho mil funcionarios se hayan trasladado a la ciudad para entonces.
Widodo dijo anteriormente que esperaba que el palacio presidencial se trasladara a la nueva capital antes de que terminara su segundo mandato en 2024, junto con los ministerios de interior, exteriores y defensa y la secretaría de estado.
Está previsto que todo el proceso de traslado concluya para el 2045.