Rodrigo Díaz M.
Los niños de toda Canadá han empezado a recibir sus primeras inyecciones de la vacuna COVID-19, y los expertos dicen que esto podría ser una gran ayuda en la lucha contra la pandemia a nivel nacional.
“La diferencia va a ser enorme. El impacto va a ser enorme”, dijo Colin Furness, epidemiólogo de control de infecciones de la Universidad de Toronto.
Health Canada aprobó la vacuna COVID-19 de Pfizer para niños de entre cinco y 11 años hace una semana, el 19 de noviembre, y las primeras dosis pediátricas llegaron a Canadá días después. Algunas provincias ya han empezado a administrar las vacunas.
Los niños de este grupo de edad representan alrededor del 8% de la población canadiense, según datos demográficos de Statistics Canada, aunque esto varía de una provincia a otra.
En la actualidad, alrededor del 78% de los habitantes de Canadá ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19. Suponiendo que los niños de entre conto y 11 años se vacunen al mismo ritmo que los de entre 12 y 17 años (el 87% de los cuales han recibido al menos una dosis) la vacunación de este grupo de edad elevaría la tasa global de vacunación de Canadá a casi el 85%.
Predecir con exactitud el impacto que tendrán esos pocos puntos porcentuales adicionales de cobertura vacunal es complicado. Los epidemiólogos tienen que tener en cuenta el número actual de casos, entender cómo interactúan los niños y cómo transmiten la enfermedad a otros, lo que ha cambiado significativamente en el transcurso de la pandemia.
La vacunación de los niños no sólo les protege de enfermedades potencialmente graves como consecuencia del COVID-19, como el síndrome inflamatorio multisistémico infantil (MIS-C) y otras complicaciones. También ayuda a evitar que transmitan la enfermedad a otros.
Muchas infecciones en los niños son asintomáticas, señaló Furness, y sólo se detectan mediante pruebas en las aulas, pero los niños infectados que no presentan síntomas pueden transmitir el virus a sus amigos y familiares.
“Una familia infectada puede contagiar a todo un vecindario a partir de la mezcla que se produce en las escuelas”, dijo.
Por ello, Furness cree que la vacunación de los niños en edad escolar podría suponer una gran diferencia en Canadá.
“Los niños de las escuelas primarias son el último gran bioma del COVID”, aseguró.
Según Health Canada, Los niños menores de 19 años representaron más de un tercio de los nuevos casos registrados durante la segunda semana de noviembre.
Aunque no se espera ver demasiados efectos de la vacunación de los niños hasta alrededor de febrero, se cree que, si la campaña comienza con fuerza ahora, es posible que Canadá pueda evitar el aumento de las cifras de casos como el que está experimentando actualmente Europa.