Rodrigo Díaz M.
Según los datos publicados por varias agencias sanitarias estadounidenses la eficacia de la vacuna de Pfizer Inc. y BioNTech SE en la prevención de la infección del COVID-19 descendió al 47% desde el 88% seis meses después de la segunda dosis.
Los datos, publicados en la revista médica The Lancet, se habían dado a conocer previamente en privado en agosto antes de su revisión final.
El análisis demostró que la eficacia de la vacuna para prevenir la hospitalización y la muerte se mantuvo en un 90% durante al menos seis meses, incluso contra la variante Delta del virus, que es muy contagiosa.
Los datos sugieren que el descenso se debe a la disminución de la eficacia, más que a las variantes más contagiosas.
Los investigadores estudiaron los registros electrónicos de salud de aproximadamente 3,4 millones de personas entre diciembre de 2020, cuando la vacuna estuvo disponible por primera vez, y agosto de 2021.
“Nuestro análisis específico de la variante muestra claramente que la vacuna (de Pfizer/BioNTech) es eficaz contra todas las variantes actuales de interés, incluida la Delta”, dijo Luis Jodar, vicepresidente senior y director médico de vacunas de Pfizer.
La eficacia de la vacuna contra la variante Delta fue del 93% después del primer mes, y disminuyó al 53% después de cuatro meses. Contra otras variantes del COVID-19, la eficacia disminuyó del 97% al 67%.
Esto sugiere que Delta no es una variante que evade completamente la protección que ofrece la vacuna porque, si lo fuera, probablemente no se habría registrado una alta protección después de la vacunación.
Los autores del estudio advirtieron que es más probable que las pruebas de las variantes fallen en los individuos vacunados, lo que podría llevar a una sobreestimación de la eficacia específica de la variante en el estudio. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos ya ha autorizado el uso de una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer/BioNTech para los ancianos y algunos estadounidenses con alto riesgo de infectarse. En Canadá también se ha recomendado el uso de la dosis de refuerzo para la población más vulnerable.