Rodrigo Díaz M.
Este lunes 20 de septiembre, los ciudadanos canadienses tendrán la oportunidad de votar por un nuevo gobierno.
Los inmigrantes tienen derecho a la ciudadanía canadiense si han residido en Canadá durante 1.095 días en los cinco años anteriores a la solicitud de ciudadanía.
Canadá tiene una de las tasas de aceptación de la ciudadanía más altas del mundo, ya que alrededor del 85% de los inmigrantes se convierten en ciudadanos canadienses.
Según Statistics Canada, el nivel de participación electoral de los inmigrantes es comparable al de los votantes nacidos en Canadá.
En 2019, el 78% de los ciudadanos nacidos en Canadá dijeron a Statistics Canada que habían votado. En comparación, el 75% de los ciudadanos que inmigraron a Canadá hace más de 10 años votaron. Esta cifra se situó en el 72% de los ciudadanos que inmigraron a Canadá en los 10 años anteriores a las elecciones de 2019.
Las elecciones de este año son posiblemente unas de las más importantes de la historia de Canadá, que sigue lidiando con los estragos de la pandemia del COVID-19.
Aunque Canadá se encuentra en una posición más fuerte que muchos de sus pares mundiales debido a su alta tasa de vacunación y a las tremendas medidas monetarias y fiscales que ha tomado para mantener la economía en funcionamiento, todavía está lidiando con un número significativo de desafíos relacionados con la pandemia que afectarán al país durante las próximas décadas.
Hay varias cuestiones políticas importantes que afectarán a los votantes canadienses en general y a los inmigrantes en particular y que el nuevo gobierno deberá abordar.
Por ejemplo, la asequibilidad de las viviendas ha sido un tema fundamental durante la campaña de este año y es una cuestión que afecta a muchos, tanto si han nacido en Canadá como si han inmigrado al país.
El nuevo gobierno también deberá abordar cuestiones que afectan más específicamente a los inmigrantes, como:
- La política económica: Los inmigrantes vienen a Canadá en busca de una vida mejor, incluidas las oportunidades económicas. Aunque Canadá está en mejor situación económica en medio de la pandemia que la mayoría de los países, su mano de obra aún no se ha recuperado, y los trabajadores inmigrantes han sido de los más afectados por la pandemia.
- Tramitación de solicitudes: En relación con el punto anterior, la pandemia ha provocado un importante retraso en la tramitación de solicitudes por parte de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá (IRCC, por sus siglas en inglés). El enfoque del nuevo gobierno para resolver el retraso tendrá un impacto importante en los votantes inmigrantes, en concreto los que esperan la llegada de sus seres queridos, ya sea a través de vías económicas, familiares o de clase de refugiado.
- La ciudadanía canadiense: El gobierno actual ya había anunciado antes de la pandemia que eliminaría las tasas de pago para la obtención de la ciudadanía, pero esta medida aún no se ha implementado. El nuevo gobierno tendrá que decidir si sigue adelante con esta promesa, o si reduce las tasas, las congela o las aumenta.
- Programa de Padres y Abuelos: El PGP sigue siendo objeto de un fuerte escrutinio debido a los numerosos problemas que han tenido los sucesivos gobiernos canadienses a lo largo de los años. El PGP suscita un enorme interés entre los inmigrantes canadienses, pero también provoca una gran tensión debido al limitado número de plazas de patrocinio que se ponen a disposición cada año. Por lo tanto, un nuevo gobierno tendrá que decidir la forma más adecuada de gestionar el PGP a la luz de la importante demanda que sigue existiendo.
Dada la importancia de las elecciones para los inmigrantes, valdrá la pena observar cómo será la participación de los canadienses naturalizados este lunes.
Los datos de Statistics Canada muestran que la participación de los votantes inmigrantes ha mejorado significativamente en la última década, lo que es una buena señal de que los inmigrantes seguirán haciendo oír su voz este año.