Es una tendencia alarmante que ha desconcertado a los investigadores.
“Hablas con algunos de los médicos mayores que han estado practicando durante 20 o 30 años y te dicen que casi nunca vieron a niños menores de cinco años (diagnosticados)”, dijo a los medios el Dr. Eric Benchimol, gastroenterólogo pediátrico del Hospital Infantil del Este de Ontario, en Ottawa .
“Ahora es casi una ocurrencia regular”, afirmó el médico.
La EII incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, afecciones que causan inflamación en el tracto digestivo, dando lugar a diarrea crónica, sangre en las heces, dolores abdominales y pérdida de peso.
Un nuevo estudio, que analizó datos de cinco provincias canadienses, encontró que los casos entre niños de cinco años o menos han aumentado un 7,2 por ciento anual entre 1999 y 2010.
Los investigadores sospechan que una combinación de factores podría ser la culpable de esta crisis. Estos pueden incluir la genética, el medio ambiente y los niveles más bajos de vitamina D.
Otro factor posible es el agotamiento de las denominadas buenas bacterias en el tracto digestivo, como resultado del cambio de dietas.
“Al no exponer los sistemas inmunológicos a ciertos tipos de bacterias”, explica el Dr. Benchimol, “el intestino no puede ser poblado por una composición saludable normal de bacterias buenas y malas”.
Si bien la causa exacta detrás del aumento en la EII entre los niños sigue siendo un misterio, los impactos son devastadoramente claros.