Rodrigo Díaz M.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en su afán por reavivar sus perspectivas electorales, presentó ayer un nuevo plan de vivienda que promete más oferta, la prohibición de los compradores extranjeros y otras medidas para hacer frente a la subida de los precios de la vivienda.
“Si se trabaja duro, si se ahorra, el sueño de tener una casa propia debería estar al alcance de la mano”, dijo Trudeau en una parada de campaña en Hamilton, una ciudad de rápido crecimiento a las afueras de Toronto.
Trudeau, animado por una exitosa campaña de vacunación, parecía acercarse al tan ansiado gobierno de mayoría, pero el apoyo que había mantenido durante varios meses se ha desvanecido y sus liberales se sitúan ahora en el 33%, justo por delante de los conservadores, según un reciente sondeo de Nanos Research.
La asequibilidad de la vivienda es una cuestión clave, dado que los precios de la misma se han disparado durante la pandemia. El índice de precios de la vivienda de la Asociación Canadiense de Bienes Raíces (CREA, por sus siglas en inglés) ha subido un 69,7% desde noviembre de 2015, cuando Trudeau asumió el cargo por primera vez.
Trudeau esbozó un nuevo programa para que los canadienses conviertan parte de su alquiler en ahorros para el pago inicial y un plan de ahorro independiente libre de impuestos para los jóvenes compradores.
Los liberales también prometen prohibir la adquisición de nuevas viviendas canadienses a extranjeros durante dos años y ampliar un impuesto sobre las viviendas vacías de propiedad extranjera, junto con un nuevo impuesto contra la compraventa y más transparencia para los compradores
“Tomaremos medidas contra los especuladores depredadores”, dijo Trudeau. “Se acabaron las pujas a ciegas”.
La puja ciega es una práctica habitual en la que los compradores presentan una oferta sin saber lo que otros pueden haber ofertado. Se puede abusar de ella para inflar los precios de venta.
Los agentes inmobiliarios canadienses afirman que una prohibición no solucionaría la escalada de precios, y señalan las guerras de ofertas al estilo de las subastas en países como Australia.
“La puja abierta sigue siendo una puja”, dijo CREA. “La propiedad de la vivienda sigue estando fuera del alcance de millones de canadienses porque no hay suficiente oferta de viviendas”.
Tanto Trudeau como el líder conservador, Erin O’Toole, se han comprometido a construir más viviendas y a prohibir temporalmente la participación en el mercado de los compradores extranjeros.














