Rodrigo Díaz M.
Las mascarillas de tela, al igual que la ropa, se desgastan y deben ser sustituidas al cabo de un tiempo, según los expertos.
Todo material tiene su vida útil determinada. Por ejemplo, la ropa interior, si es usada constantemente y durante cierto tiempo pierde su calidad. Esto es más importante cuando se trata de las mascarillas, especialmente si pensamos en ellas como barreras para protegernos contra el COVID-19.
Pero, ¿cómo puede saber si su mascarilla necesita ser reemplazada?
“Si tiene alguna rasgadura, aunque no sea en la zona de la boca, probablemente debería deshacerse de ella”, el Dr. Abeer Almajali, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Order of Saint Francis HealthCare y miembro de la facultad de la Universidad de Illinois.
“Si nota que las bandas de las orejas, los bucles, empiezan a aflojarse o a ser menos elásticas, también es una mala señal, porque el aire y las partículas también pueden entrar por los lados. Si con el paso del tiempo nota que está menos ajustada, también es un motivo para deshacerse de dicha mascarilla”.
Al inspeccionar la mascarilla, si no hay signos evidentes de desgaste, puede sostenerla frente a una luz. Si la luz atraviesa la tela, es hora de tirarla.
Una de las razones por las que las mascarillas de tela pueden deteriorarse y volverse transparentes, y por tanto perder su eficacia, es por el lavado en lavadoras. Puede que sea el medio más eficaz para limpiar la mascarilla, pero al lavarla se crea un poco de abrasión dentro de la lavadora que va a afectar poco a poco la integridad del tejido.
La frecuencia con la que se lava la mascarilla puede depender en gran medida de la frecuencia con la que se utilice y del tiempo que se emplee.
Si sólo la usa una vez para ir al supermercado, puedes guardarla con seguridad y usarla al día siguiente, pero si la usa durante al menos seis horas seguidas, lávela antes de volver a usarla.
También es importante el tipo de actividades que se realizan con la mascarilla puesta.
Llevar una mascarilla durante un periodo de tiempo prolongado o durante una actividad física intensa puede provocar la acumulación de sudor, suciedad y mugre, por no hablar de las gotas de su propia boca y nariz y del entorno. Si no quiere lavar la mascarilla todos los días al llegar a casa de la oficina o después de clase, lo mejor es tener varias mascarillas a mano para poder usar una diferente cada día.
Además de la frecuencia con la que la lave, la duración de la mascarilla también puede depender de la calidad del tejido. Así que, si acaba de tirar su mascarilla, quizá deba pensar en invertir en una de mejor fabricación.
“No hay una forma estandarizada de fabricar mascarillas de tela, así que cada una será un poco diferente”, afirma Almajali. “Si tiene una mascarilla de tela es mejor que esté hecha de un material con un tejido muy denso para que entren la menor cantidad de partículas posibles”.
Esto es especialmente importante a la luz de lo infecciosas que se han vuelto las recientes cepas de COVID-19, incluida la variante Delta.
El algodón de alto número de hilos es mucho mejor que el de bajo número de hilos porque, en términos de filtración, los poros tienden a ser más pequeños.
Un mayor número de capas también puede garantizar una mayor protección. Incluso si una de las capas empieza a deteriorarse, las otras pueden seguir ofreciendo una buena cantidad de protección.