Rodrigo Díaz M.
Estados Unidos no levantará ninguna de las restricciones de viaje existentes en este momento debido a la preocupación por la variante Delta del COVID-19, que es altamente transmisible, y al creciente número de casos del virus en Estados Unidos, según confirmó la Casa Blanca.
La decisión se produce tras una reunión de alto nivel de la Casa Blanca en la que se estableció que las restricciones de viaje de larga duración que han prohibido a gran parte de la población mundial entrar en Estados Unidos desde 2020 no se levantarán a corto plazo.
“Teniendo en cuenta dónde estamos hoy con la variante Delta, mantendremos las restricciones de viaje existentes en este momento”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, citando la propagación de la variante Delta en Estados Unidos y en el extranjero. “Impulsados por la variante Delta, los casos están aumentando en el país, en particular entre aquellos que no están vacunados y parece probable que sigan aumentando en las próximas semanas”.
El anuncio casi con toda seguridad condena cualquier intento de las aerolíneas y el sector turístico de Estados Unidos de salvar los viajes de verano de los europeos y otras personas afectadas por las restricciones.
Las aerolíneas han presionado fuertemente a la Casa Blanca durante meses para que levante las restricciones y algunos dicen que la industria puede ahora tener que esperar hasta septiembre o más tarde para una posible revisión de las medidas de viajes.
En la actualidad, Estados Unidos prohíbe viajar a la mayoría de los ciudadanos no estadounidenses que en los últimos 14 días hayan estado en el Reino Unido, la Unión Europea, China, la India, Sudáfrica, Irán y Brasil.
Las restricciones a los viajes en Estados Unidos se impusieron por primera vez a China en enero de 2020 para hacer frente a la propagación del COVID-19. Desde entonces se han añadido otros países, el más reciente la India a principios de mayo.
La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional los Estados Unidos dijo que sus fronteras terrestres con Canadá y México permanecerán cerradas a los viajes no esenciales hasta al menos el 21 de agosto, incluso cuando Canadá dijo que comenzaría a permitir la entrada de turistas estadounidenses totalmente vacunados a partir del 9 de agosto.
Las restricciones han suscitado fuertes críticas por parte de las personas a las que se les ha impedido ver a sus seres queridos y la Casa Blanca ha reconocido su deseo de reunir a las familias separadas.
El gobierno de Biden se ha negado a ofrecer ninguna métrica que permita saber cuándo eliminará las restricciones y no ha revelado si eliminará las restricciones a países concretos o se centrará en mejorar el escrutinio de los viajeros de forma individual.