Rodrigo Díaz M.
La Ley de Igualdad en el Empleo es una herramienta importante para que Canadá promueva la equidad, la igualdad y la diversidad en los lugares de trabajo regulados por el gobierno federal.
Desde su introducción en 1986, se han hecho progresos continuos para los grupos de minorías designados que cubre la ley. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para abordar las desigualdades y las barreras de larga data que limitan a los trabajadores a alcanzar su pleno potencial.
La pandemia de COVID-19, las tragedias recientes y los movimientos por el cambio social han puesto esto de manifiesto.
A medida que el gobierno trabaja para identificar más formas de hacer que los entornos de trabajo sean más inclusivos y representativos, se toman en cuenta ahora más que nunca las experiencias vividas por las mujeres, aquellos que se identifican como LGBTQ2, los pueblos indígenas, los canadienses negros y racializados, los inmigrantes, las personas con discapacidades y otros grupos insuficientemente representados en los lugares de trabajo regulados a nivel federal, con el objetivo de garantizar que la ley refleje las realidades de estas personas en los lugares de trabajo actuales .
Por ello, la ministra de trabajo, Filomena Tassi, ha creado un grupo de trabajo para llevar a cabo la más amplia revisión de la Ley de Igualdad en el Empleo desde su introducción.
“La Ley de Igualdad en el Empleo es una herramienta fundamental para garantizar que nuestros lugares de trabajo sean espacios equitativos, diversos y representativos”, dijo Tassi. “La labor del grupo de trabajo será vital para identificar los cambios que ayuden a llevar esta Ley al siglo XXI y a abrazar el verdadero potencial de todos los trabajadores”.
En los próximos meses, el grupo de trabajo estudiará la Ley y consultará con las partes interesadas, las comunidades y los habitantes de Canadá sobre cuestiones relacionadas con la equidad en el empleo.
El grupo de trabajo, que opera de forma independiente al gobierno federal, está compuesto por 13 miembros, entre los que se encuentran la presidenta, la profesora Adelle Blackett, y las vicepresidentas, las profesoras Marie-Thérèse Chicha y Dionne Pohler, quienes aportan una amplia gama de conocimientos, perspectivas y campos de experiencia a esta importante labor.
La modernización de la ley es un paso importante para avanzar en el estado de la equidad, la diversidad y la inclusión en los lugares de trabajo regulados a nivel federal, incluso abordando la necesidad de mejores oportunidades de retención y liderazgo para los grupos subrepresentados en algunas de las mayores empresas de Canadá.
Con la creación de lugares de trabajo más equitativos, diversos e inclusivos también se contribuirá a aumentar la productividad y a mejorar la retención de talento. Esto junto con otras medidas, ayudará a construir un país en el que todos los habitantes tengan una oportunidad justa y equitativa de alcanzar su pleno potencial. Las partes interesadas están invitadas a compartir sus opiniones sobre la revisión de la ley por correo electrónico en [email protected].