Rodrigo Díaz M.
El premier de Ontario, Doug Ford, declaró ayer de manera rotunda que la provincia no creará un pasaporte de vacunas que permita las empresas y otras organizaciones saber si la gente ha sido vacunada o no.
“La respuesta es no, no lo vamos a hacer. No vamos a tener una sociedad dividida”, dijo Ford. “Ahora bien, si se trata del gobierno federal queriendo implementar esto para cruzar la frontera, eso dependería del gobierno federal. Veremos lo que deciden hacer”.
Las personas obtienen una prueba de vacunación cuando se vacunan, aunque ha habido casos en los cuales los comprobantes han sido falsificados. Pero más allá de eso, la provincia no creará ningún tipo de prueba digital de vacunación, como han pedido algunos en los últimos días.
Mientras que el gobierno federal está desarrollando un pasaporte de vacunas que permitiría a los canadien informar a otros países que han sido vacunados cuando viajen, algunos han pedido “pasaportes de vacunas” locales, tal vez en forma de una aplicación digital, que permitiría a la gente mostrar una prueba de vacunación en negocios y eventos.
El alcalde de Toronto, John Tory, ha pedido que se desarrolle un sistema de este tipo, al igual que el Consejo de Comercio de la Región de Toronto.
Algunas instituciones postsecundarias ya han anunciado que los estudiantes tendrán que estar completamente vacunados para poder volver al campus en persona. Quebec también ha dicho que planea utilizar algún tipo de prueba de vacunación para limitar el acceso a los servicios no esenciales si la situación del COVID-19 en esa provincia empeora en otoño.
Sin embargo, Ford aseguró que no piensa decir a las empresas a quién deben y no deben atender y señaló que el Dr. Kieran Moore, médico jefe de salud de Ontario, ha dicho que tampoco está a favor de ese sistema.
“No estoy a favor de una certificación obligatoria. No lo estoy en absoluto y, por cierto, tampoco lo está el director médico. Siempre he dicho, desde el primer día, que escucho a mi director médico. Él dice que no hay ninguna razón para hacer esto”.
El premier también descartó la posibilidad de hacer obligatorias las vacunas, incluso para el personal sanitario.
“No, rotundamente no”, dijo cuando se le preguntó si consideraría esa medida.
Señaló la relativamente alta aceptación de las vacunas en Ontario, donde cerca del 80% de la población ha recibido al menos una dosis, y dijo que la provincia seguirá animando a todos los residentes a vacunarse.