Rodrigo Díaz M.
A pesar del aumento de la demanda debido al COVID-19, en Canadá siguen faltando miles de trabajadores sanitarios.
Las vacantes alcanzaron un máximo histórico en el sector sanitario y de asistencia social canadiense. A finales de 2020 habían más de 100.300 puestos vacantes en estos sectores, según un estudio de Statistics Canada. La escasez de mano de obra en el sector sanitario es un problema que viene presentándose desde hace años y que se ha visto agravado por la pandemia.
Las dificultades para cubrir las vacantes pueden aumentar en las próximas décadas, ya que la mayoría de la población activa de Canadá envejece y se jubila. Además de estos retos demográficos, la ya baja tasa de natalidad de Canadá puede haber disminuido aún más debido a la pandemia.
Aunque todavía no se dispone de datos completos a nivel nacional, sólo la provincia de British Columbia registró menos nacimientos en 2020 en comparación con 2019, y los datos preliminares muestran un descenso a sólo 1.781 nuevos bebés en mayo.
Esto significa que, sin altos niveles de inmigración para apoyar el crecimiento de la población, la población en edad de trabajar tendrá que pagar más con su tiempo y dinero para mantener a las generaciones mayores. Un mayor número de personas mayores también exigirá la presencia de más personal sanitario.
Los inmigrantes de primera generación ya constituyen casi una cuarta parte de la población activa. Desgraciadamente, los recién llegados que quieren trabajar en el sector sanitario canadiense tienen que superar las barreras relacionadas con el reconocimiento de credenciales internacionales.
Muchos de los inmigrantes que trabajan en el apoyo a la atención sanitaria no llegaron a Canadá con la intención de trabajar en este campo y han hecho la transición a estos trabajos después de tener dificultades para encontrar empleo.
Normalmente vienen a estudiar. Tras completar sus estudios, les resultaba menos problemático integrarse en el mercado laboral porque sus credenciales canadienses ahora si eran reconocidos.
Los que recibieron su formación académica en el extranjero suelen tener dificultades para integrarse en el sector sanitario, porque sus credenciales no se reconocen. Pero los inmigrantes que llegaron a Canadá siendo adultos estaban sobrerrepresentados en el sector sanitario.
En 2016, un total del 28% de los trabajadores en ocupaciones de apoyo a la enfermería eran inmigrantes, que representaban solo el 24% de la población empleada.
Entre los que trabajaban en estas ocupaciones, el 22% eran inmigrantes que llegaron a Canadá siendo adultos, que representaban solo el 16% del total de la población empleada.
Conseguir un empleo en el sector de la enfermería no fue fácil para estos recién llegados, y dos tercios estaban sobrecualificados cuando consiguieron un trabajo.