Las medidas de salud actuales podrían proteger del COVID-19 pero posiblemente debilitarían el sistema inmunitario de los niños, quienes aún no lo han desarrollado por completo.
Rodrigo Díaz M.
Ha aumentado la preocupación sobre cómo las medidas de salud pública prolongadas, como el distanciamiento social, podrían afectar a los sistemas inmunitarios en desarrollo de niños y jóvenes.
Pero, según expertos es muy poco probable que la falta de exposición pueda debilitar el sistema inmunitario de los niños. En cambio, los padres y los profesionales de la salud pública deberían prepararse para una inminente oleada de virus y resfriados comunes que no se había visto desde antes de la pandemia.
Según la Dra. Fatima Kakkar, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del CHU Sainte-Justine de Montreal, las enfermedades comunes como la neumonía y las infecciones de oído han sido casi inexistentes durante la pandemia del COVID-19.
“Realmente no había otros virus circulando porque las medidas de distanciamiento social de todo el mundo eran excelentes”, dijo Kakkar.
“Pero ahora ha vuelto, así que los virus habituales, la tos, el resfriado, la gripe; todo ha vuelto porque la gente está ahí fuera y se expone más”.
Sus comentarios se producen en un momento en que las provincias comienzan a acelerar los planes de reapertura en todo el país, y varias de ellas están esbozando posibles cambios en las directrices de enmascaramiento y distanciamiento social a medida que las vacunaciones siguen aumentando.
Kakkar explicó que la falta de exposición de los niños pequeños durante la pandemia no “cambia” realmente su sistema inmunitario, y que los niños nacen con sistemas inmunitarios funcionales o no funcionales.
El Dr. Gerald Evans, catedrático de enfermedades infecciosas de la Universidad de Queen, también expresó cierto escepticismo sobre cómo los sistemas inmunitarios podrían “entrenarse” y desarrollarse mediante la exposición repetida a los patógenos.
Aunque Kakkar y Evans coincidieron en que no es probable que los sistemas inmunitarios se debiliten debido al distanciamiento social y a la falta de contacto con los demás, ambos señalaron varios otros virus respiratorios e infecciones recurrentes de los que es probable que los sistemas sanitarios canadienses vean un resurgimiento.
Una de esas infecciones era la del virus respiratorio sincitial (VRS), un virus común y normalmente leve que causa bronquiolitis y neumonía.
Se trata de un virus que podría causar una infección grave en bebés de un año o menos, así como en adultos que tengan el sistema inmunitario comprometido o complicaciones respiratorias o de salud existentes.
En los Estados Unidos ya se está empezando a observar un resurgimiento del VRS en los estados del sur del país, lo que ha llevado al Centro de Control y Prevención de Enfermedades a emitir una advertencia la semana pasada.
Si bien los funcionarios de salud pública y los expertos han dicho que los brotes de VSR son en su mayor parte manejables, lo que no es común acerca de la inminente propagación de la enfermedad es su momento.
Según la Sociedad Canadiense de Pediatría, la temporada habitual del VRS comienza entre noviembre y enero y persiste entre cuatro y cinco meses. Por otro lado, Evans dijo que el verdadero reto ahora al entrar en este año y el siguiente es tener que equilibrar entre ver un resurgimiento de todos estos otros virus respiratorios, que fueron suprimidos fuertemente durante la pandemia, y el COVID-19.