Los tonos crudos, marfiles, rosas, salmones y azules desbancan al inmaculado y eterno blanco nupcial, tono que hasta hoy se ha coronado como el favorito de las novias. Diseños cortos, frescos y sencillos se codean con vestidos románticos confeccionados en seda, tul o guipur.
DESTACADOS:.
— La próxima temporada, la novia asistirá a la ceremonia con vestidos joya muy femeninos y sofisticados, estética que se implanta tanto en diseños cortos, frescos y sencillos como en patrones de aire clásico y romántico, la mayoría confeccionados en tul y guipur.
— Óscar de la Renta se sube al carro de los tonos pasteles rosas y azules y presenta en Nueva York una novia romántica, de corte clásico, con delicados encajes y voluminosas faldas.
— Vera Wang, una de las diseñadoras favoritas de las estrellas de Hollywood y de la alta sociedad neoyorquina, prefiere vestir a la novia con vestidos rojos, guindas y granates con varias capas en la falda y hombros al descubierto.
Siluetas estilizadas, vestidos victorianos, encajes de ensueño, volúmenes románticos, creaciones con aire bohemio y tonos pastel son algunas de las novedosas referencias para elegir el vestido nupcial. Los bordados con hilos dorados y plateados, las lentejuelas, las plumas y la pedrería lucen en todo su esplendor.
La próxima temporada, la novia asistirá a la ceremonia con vestidos joya muy femeninos y sofisticados, estética que se implanta tanto en diseños cortos, frescos y sencillos como en patrones de aire clásico y romántico, la mayoría confeccionados en tul y guipur.
Para la novias que sueñan con ser princesas, algunos diseñadores han creado una amplia carta de vestidos ceñidos a la cintura y con voluminosas y abullonadas faldas, así como otros más sensuales con siluetas lánguidas y pegados al cuerpo.
Aunque el escote palabra de honor sigue siendo uno de los favoritos, el escote “halter”, anudado al cuello y dejando los hombros al aire, y el escote en forma de “uve” se ponen de moda para la próxima temporada en versátiles modelos nupciales, algunos de ellos con canesús desmontables de tul y vestidos de dos piezas para que la novia se pueda quitar la falda tras la ceremonia y quedarse con un sofisticado vestido corto para disfrutar de su fiesta.
TONOS PASTELES Y ROJOS.
Óscar de la Renta se sube al carro de los tonos pasteles, rosas y azules y presenta en Nueva York una novia romántica, de corte clásico con delicados encajes y voluminosas faldas, creaciones que realzado con maxicomplementos, entre ellos maravillosos guantes de tul.
El diseñador libanés Elie Saab apuesta por un lujo desbordante y presenta en la pasarela vestidos de novia en tonos crudos y marfil, realizados en organza, tafetán de seda, mikado y encajes rematados con perlas y “pailletes”.
Vera Wang, una de las diseñadoras favoritas de las estrellas de Hollywood y de la alta sociedad neoyorquina, prefiere vestir a la novia con vestidos rojos, guindas y granates con varias capas en la falda y hombros al descubierto, una propuesta arquitectónica con la que vuelve a sorprender y en la que no faltan los encajes, los adornos florales y los bordados.
Badgley Miischka se inspira en las divas y el glamur de Hollywood de los años cuarenta para crear vestidos nupciales con siluetas suaves y sedosas que realza con encajes, tules, abalorios, cristales tipo “art decó” y motivos florales bordados en hilo de plata.
El venezolano Ángel Sánchez apuesta por una novia clásica con notas modernas, que habla de romanticismo, en la que están presentes sensuales escotes en la espalda, cortes asimétricos y encajes, adornados con lazos y la tradicional cola.
“La arquitectura son mis recursos para lograr proporción, para lograr líneas, pero el detalle del ornamento es para hacer que la mujer se vea bella”, dijo el venezolano, que ha vestido de novia a famosas como Eva Longoria o Meryl Streep.
Inspirándose en la elegancia de Audrey Hepburn, la diseñadora Rosa Clará propone trajes con toques de pedrería y líneas de los años veinte en potentes tejidos como el otomán, el mikado de seda y los brocados, telas que le han servido para crear patrones más estructurados. “El tul, la organza y la seda los he reservado para patrones más juveniles”, advirtió.
La sofisticación de los años treinta conviven con el estilo “hippy chic” en las propuestas de Mara Álvarez para la empresa de su familia Pol Nuñez. “El estilo ‘hippy’ siempre está presente en nuestros vestidos de novia; es, junto a la pasamanería y las cintas florales, nuestro sello”, dice la diseñadora.
La moda nupcial es como un tiovivo en el que las tendencias van y vienen, y lo único que se mantiene es el deseo de la mujer de estar guapísima”, explica el diseñador Lorenzo Caprile, quien avanza que “la moda ‘vintage’ nunca pasa de moda, pero cada año se reinventa y admite nuevos códigos”.
Ahora, los vestidos nupciales ya no se adornan con tiaras y flores, sino con tocados “vintage”, diademas inspiradas en el “charleston”, redecillas faciales, mantillas y largos velos, según la firma Pronovias.
Carmen Martín.
EFE-REPORTAJES.