Rodrigo Díaz M.
La vacuna contra el COVID-19 de Moderna demostró su eficacia en adolescentes de entre 12 y 17 años y no mostró ningún problema nuevo o importante de seguridad en un ensayo clínico.
El avance sienta potencialmente las bases para que en verano se autorice una segunda vacuna para niños de entre 12 y 17 años de edad.
Moderna Inc, cuya vacuna está autorizada para adultos mayores de 18 años, dijo que presentará los resultados de su estudio en adolescentes a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y a otros organismos reguladores para que autoricen su uso de emergencia a principios de junio.
Los organismos reguladores de los Estados Unidos tardaron cerca de un mes en revisar un estudio similar de Pfizer/BioNtech, que luego fue autorizado para usar su vacuna en los niños de entre 12 a 15 años el pasado 10 de mayo. Si Moderna recibe el mismo tratamiento, su autorización llegaría a principios de julio.
Canadá aprobó la inyección de Pfizer para las personas de 12 a 15 años antes que Estados Unidos, el 5 de mayo.
La mayoría de los niños con COVID-19 sólo desarrollan síntomas leves o son totalmente asintomáticos. Sin embargo, los niños siguen corriendo el riesgo de enfermar gravemente y pueden propagar el virus.
La vacunación generalizada de los adolescentes de 12 a 18 años podría permitir a las escuelas y campamentos de verano de los Estados Unidos relajar las medidas del uso de mascarillas y distanciamiento social.
Canadá aún no ha proporcionado ninguna orientación similar sobre los ciudadanos vacunados y la relajación de dichas medidas.
El ensayo de Moderna evaluó la vacuna en 3.732 adolescentes de entre 12 y 17 años, dos tercios de los cuales recibieron la vacuna y un tercio un placebo. El objetivo principal era producir una respuesta inmunitaria equivalente a la observada en el gran ensayo de la tercera fase de la empresa en adultos, que tuvo una eficacia del 94,1% en la prevención del COVID-19.
Dos semanas después de la segunda dosis, los investigadores no encontraron ningún caso de COVID-19 en el grupo al que se le administro la vacuna, en comparación con 4 casos en el grupo al que se le administro un placebo, lo que dio como resultado una eficacia de la vacuna del 100%, basada en las definiciones de casos del ensayo de la empresa en adultos.
Utilizando una definición de caso de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, que requiere sólo un síntoma de COVID-19, la vacuna resultó ser un 93% eficaz, lo que sugiere que la vacuna puede proteger contra los casos con síntomas más leves, dijo la compañía.
Los investigadores no encontraron nuevos efectos secundarios graves. Los más comunes tras la segunda dosis fueron dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales y escalofríos.
La empresa dijo que todavía está acumulando más data. Todos los participantes en el estudio serán controlados durante 12 meses después de la segunda dosis para determinar la protección de la vacuna y demás efectos secundarios a largo plazo.