Rodrigo Díaz M.
Dos hoteles de cuarentena designados por el gobierno federal en la GTA, donde los viajeros internacionales deben alojarse después de llegar al aeropuerto internacional Pearson, se han visto afectados por brotes de COVID-19.
El Hampton Inn and Suites de Caroga Drive, en Mississauga, figura en el sitio web de la región de Peel como parcialmente cerrado desde el 8 de mayo. Todavía no se sabe cuántos empleados y huéspedes se han visto afectados.
Según la Orden de la Sección 22 de Peel, se ordena el cierre de un negocio cuando “cinco o más personas en un lugar de trabajo dan positivo en la prueba de COVID-19 en un periodo de 14 días”.
Peel Public Health determina si el negocio debe cerrar completamente o si el área de trabajo afectada debe cerrar.
En Toronto, siete trabajadores del Holiday Inn Toronto International Airport, en Dixon Road, han dado positivo al virus. Toronto Public Health (TPH), el brote se declaró el 3 de mayo, pero se declaró como resuelto al día siguiente.
Este es el tercer hotel en cuarentena en el GTA, el segundo en Toronto, que ha sido afectado por un brote.
La semana pasada, TPH confirmó 13 casos de COVID-19 en el hotel Crowne Plaza Toronto Airport. Todos los casos corresponden al personal del hotel. Sin embargo, el hotel sigue abierto ya que, según las autoridades, presta un servicio esencial.
Toronto emitió recientemente una Orden de la Sección 22, que exige a las empresas que informen de un brote de cinco o más casos en un periodo de 14 días, tras lo cual se puede ordenar el cierre de los establecimientos durante al menos 10 días.
Los funcionarios del sindicato han pedido que el hotel pague una prima por turno a sus empleados, y han solicitado a las autoridades que organicen clínicas emergentes lo más cerca posible del hotel para que los trabajadores puedan vacunarse.
Las personas que viajan con destino a Canadá en un vuelo internacional están obligadas a alojarse en un hotel autorizado por el gobierno mientras esperan el resultado de una prueba de COVID-19 realizada poco después del aterrizaje.
Esta norma está en vigor desde finales de febrero y se introdujo como parte del esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19.