Pantalones, sujetadores… La elección desacertada de algunas indumentarias cotidianas y prendas interiores, e incluso la forma de secarlas, pueden causar lesiones mamarias, problemas circulatorios o reacciones alérgicas.
DESTACADOS.
— El 75 por ciento de las mujeres que practican regularmente ejercicio no utilizan un sujetador especial, lo cual perjudica los ligamentos de Cooper, encargados del soporte de las mamas, según la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
— De acuerdo a la Escuela de Arquitectura Mackintosh, en Escocia, secar la ropa dentro de una vivienda puede ser un riesgo para las personas afectadas por asma, rinitis u otras alergias, debido a que fomenta la proliferación de mohos y ácaros.
— La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha advertido que el uso continuado de ropa demasiado ajustada puede favorecer la aparición de problemas cardiovasculares, ya que dificulta la circulación sanguínea por las venas.
En 2011, el estudiante Josh Le, de la Universidad de Alberta (UA) en Canadá, informó que había marcado un insólito récord al vestir el mismo pantalón vaquero durante 15 meses, sin limpiarlo, para demostrar que la falta de lavado no tiene consecuencias higiénicas.
Tras prácticamente 450 días de uso ininterrumpido, en condiciones extremas y sin limpiarlo, Josh Le tomó una muestra del pantalón, comprobando que el nivel de bacterias acumuladas era similar al que albergaba el pantalón después de lavarlo y utilizarlo durante dos semanas.
Pese a que las bacterias detectadas no entrañan un riesgo para una persona joven, fuerte y sana como Le, la profesora de Ecología Humana Rachel McQueen, de la UA, que supervisó el ensayo, ha disuadido a otras personas de imitar al estudiante, porque ” los resultados son el fruto de sólo un experimento” y no un estudio científico. Es recomendable lavar los pantalones al menos una vez al mes, debido al olor que podrían despedir.
El autor del sorprendente experimento, no ha informado si los vaqueros que vistió durante más de un año eran ajustados, un factor que de acuerdo a otras investigaciones -en este caso con una evidencia científica considerable- podría haber tenido un efecto negativo sobre la salud del estudiante Josh Le.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha advertido que el uso continuado de ropa demasiado ajustada puede favorecer la aparición de problemas cardiovasculares, ya que dificulta la circulación sanguínea por las venas.
Los pantalones, faldas, camisetas, camisas y otras indumentarias demasiado ceñidas al cuerpo provocan dificultades en el retorno de la sangre venosa y un aumento de los edemas (acumulación de líquidos), lo que facilita la aparición de trombos (coágulos) venosos, principalmente en las piernas, que pueden producir infartos pulmonares, ha explicado la SEC.
Según estos expertos, la ropa ceñida hace que el corazón realice un sobreesfuerzo y se eleve la presión arterial, lo que provoca que se retengan líquidos y toxinas y favorece la aparición de celulitis y depósitos de grasa en algunas zonas del cuerpo, además de dificultar la digestión y de obstruir, en algunos casos, el correcto paso de aire y oxígeno por el organismo.
Según la cardióloga Mar Moreno, miembro de la SEC, se considera ropa ajustada “aquella que impide realizar movimientos de forma natural y que, tras haberla llevado unas cuantas horas, deja marcas en la piel”.
EVITAR LA INDUMENTARIA MUY CEÑIDA.
La trombosis venosa derivada por la indumentaria ajustada, según la doctora Moreno, “puede provocar hipertensión arterial pulmonar, con aparición de dificultad respiratoria y, si el desprendimiento de los trombos es masivo, puede llegar a producir la muerte”.
Sentir hormigueo y adormecimiento en algunas zonas de cuerpo, especialmente en manos y pies “es una señal inequívoca de que hay que vestir prendas más holgadas”, de acuerdo a esta experta.
Por otra parte, practicar deporte sin un buen sujetador deportivo produce “lesiones irreversibles en el pecho de las mujeres, desde estéticos a causa de la ruptura de los ligamentos de Cooper, hasta lesiones más graves a largo plazo, como las micronecrosis”, según el ginecólogo Fernando Moreno Lete.
Las glándulas mamarias son tejidos grasos con escasa sujeción y mucha más movilidad que otros órganos del cuerpo, por lo que el doctor Moreno ha recomendado la “prevención como el mejor método para impedir desprendimientos u otro tipo de impactos que sólo tendrían solución mediante cirugía”,
Asimismo, saber elegir un sujetador que se adapte a las características de cada mujer, “alivia muchas de las angustias que éstas tienen en relación a su pecho, sobre todo cuando llegan a la consulta del ginecólogo”, ha señalado este ginecólogo.
El 75 por ciento de las mujeres que practican regularmente ejercicio no utilizan un sujetador especial, según los datos de una investigación que efectuó la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) sobre la utilidad de los sujetadores deportivos en las mujeres y que ha recogido la publicación ‘Médicos y Pacientes’.
Entre las conclusiones, esta investigación destaca que el 80 por ciento de los doctores entrevistados están de acuerdo en que con el uso de un sujetador deportivo adecuado disminuye la tensión en los ligamentos de Cooper, encargados del soporte de las mamas y que una vez dañados no pueden repararse.
LOS PELIGROS DEL SECADO INTERIOR.
Las pruebas efectuadas por esta universidad demostraron que utilizar un sujetador deportivo a la hora de practicar cualquier actividad deportiva reduce el movimiento del pecho hasta un 50 por ciento, retrasando así su caída a largo plazo.
Además, secar la ropa dentro de una vivienda -algo muy habitual en muchos hogares durante los meses fríos- puede ser un riesgo para la salud, sobre todo para las personas afectadas por asma, rinitis u otras alergias, según un estudio de Escuela de Arquitectura Mackintosh, en Glasgow (Escocia, Reino Unido).
Según los investigadores escoceses, ello obedece a que mantener la ropa mojada en el interior de la vivienda aumenta la humedad del aire, sin que las personas sean conscientes de ello, lo cual provoca la proliferación de esporas de moho y ácaros del polvo que perjudican a la salud de las personas sensibles.
Al visitar un centenar de hogares, los expertos de Glasgow descubrieron que sus habitantes acostumbran a secar su ropa en el salón o en sus habitaciones y que –según ha comentado Rosalie Menon, una de las investigadoras- “algunas personas habían decorado, literalmente, la casa con ropa para secar”.
Los expertos de Mackintosh comprobaron que el 75 por ciento de las viviendas tenían los niveles de humedad propicios para que surjan ácaros de polvo, y constataron una “fuerte” asociación entre el secado de ropa y la formación de esporas de moho.
Entre otras cosas, hallaron que una espora, que causa infecciones pulmonares en personas con sistemas inmunes debilitados, estaba presente en uno de cada cuatro de los hogares investigados.
Según estos expertos, el uso de secadoras automáticas de ropa, podría ayudar a solucionar este problema, aunque han admitido que el coste de estas máquinas y el gasto de energía que generan pueden ser demasiado elevados para muchas familias.
Eugenio Frater.
E F E – REPORTAJES